(ZENIT Noticias / Washington, 20.06.2024).- En las últimas dos décadas, se ha observado un fenómeno significativo en las tendencias religiosas en Estados Unidos: la desafiliación religiosa. Históricamente, los hombres han mostrado menores niveles de compromiso religioso comparado con las mujeres. Sin embargo, una nueva encuesta revela un giro inesperado en esta tendencia, destacando un aumento notable en el número de mujeres jóvenes que abandonan su fe en mayor proporción que los hombres.
Desafiliación religiosa en generaciones
En generaciones anteriores, como la del Baby Boom, el 57% de las personas que dejaron su religión eran hombres, mientras que el 43% eran mujeres. Este patrón ha cambiado radicalmente en la Generación Z, donde el 54% de los adultos jóvenes que se han alejado de su religión formativa son mujeres. ¿Qué está impulsando este cambio?
Influencias del feminismo y el desajuste cultural
El feminismo y las preocupaciones sobre la igualdad de género juegan un papel crucial. El 61% de las mujeres de la Generación Z se identifican como feministas, una cifra significativamente mayor que en generaciones anteriores. Estas mujeres son más críticas respecto al trato desigual de las mujeres en la sociedad y son escépticas hacia instituciones que defienden estructuras sociales tradicionales. Según una encuesta del American Survey Center, casi dos tercios de las mujeres jóvenes creen que las iglesias no tratan a hombres y mujeres por igual.
Además, las mujeres jóvenes tienen más educación y mayores aspiraciones profesionales que los hombres de su misma edad. La religión y la vida familiar suelen ocupar un lugar menos prioritario. Curiosamente, son los hombres jóvenes quienes muestran más interés en la paternidad, según una encuesta reciente de Pew.
Las iglesias “conservadoras” (incluida la católica) enfrentan un desafío particular en retener a las mujeres jóvenes. Muchas de estas denominaciones no permiten que las mujeres ocupen puestos de liderazgo (así entienden el sacerdocio o el episcopado en la sensibilidad actual), lo que entra en conflicto con la creencia de muchas jóvenes de que pueden lograr cualquier cosa que los hombres pueden hacer. Este desajuste cultural se amplía cuando se considera que desde 2015 ha habido un rápido aumento en el número de mujeres jóvenes que se identifican como liberales.
Identidad LGBTQ y desafiliación
Otro factor crucial es la creciente identificación LGBTQ entre las mujeres jóvenes. Casi tres de cada diez mujeres menores de 30 años se identifican como algo distinto a heterosexuales. El 60% de los jóvenes que abandonaron su religión citan el «trato negativo a los gays y lesbianas» como una razón importante.
Para muchas de estas jóvenes, la decisión de abandonar su fe no se debe a un único evento, sino a una acumulación constante de experiencias negativas y “enseñanzas disonantes”. Crecer en una cultura más diversa y aceptar diferentes estilos de vida e identidades ha hecho que muchas jóvenes cuestionen y finalmente dejen las enseñanzas religiosas con las que crecieron.
Impacto en las comunidades religiosas
Este cambio generacional presenta un desafío significativo para las congregaciones religiosas. Las mujeres suelen contribuir significativamente con su tiempo y energía a las actividades comunitarias y voluntarias en los lugares de culto. Sin su participación, muchas congregaciones podrían enfrentar dificultades para servir a sus miembros y comunidades. Además, las madres desempeñan un papel clave en la transmisión de valores y creencias religiosas a sus hijos.
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