“Povera per i poveri. La missione della Chiesa” es un libro escrito por Mons. Gerhard Ludwig Müller, alemán, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Publicada por Libreria Editrice Vaticana, la obra se presentó esta tarde en la Sala San Pío X, con la presencia del autor, del cardenal arzobispo de Tegucigalpa, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga y el padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Y tiene además contribuciones de Gustavo Gutiérrez, peruano, considerado el fundador de la teología de la liberación y de Josef Sayer.
El libro recoge artículos que comparten su preocupación por la Iglesia en Latinoamérica, la opción por los pobres y sus repercusiones en la reflexión teológica en América Latina y en Europa.
Y en prefacio del libro escrito por el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el papa Francisco señala que “la tarea de los cristianos es redescubrir, vivir y anuncia a todos esta preciosa y originaria unidad entre ganancia y solidaridad” y subraya que cuanto más el mundo contemporáneo descubra esta verdad se resolverán también tantos problemas económicos existentes.
El cardenal Maradiaga recordó que el cardenal Müller cuando estuvo en Perú, “bajó en el mundo de los pobres” y que esto es “una experiencia más importante que estudiar el problema de la pobreza en los libros”. Reiteró que la Iglesia tiene siempre una “misión liberadora de todo lo que sea opresión y pecado” y que “la fe es el tesoro más grande que tienen los pobres”. Precisó que el capitulo IV del libro presentado figuran los dos documentos sobre la teología de la liberación emanados por la Congregación de la Doctrina de la Fe que muestran como la tendencia a la politización reduce la misión de la Iglesia a una simple entidad terrena.
La sorpresa de la presentación fue la presencia del padre Gutierrez, uno de los teólogos de la liberación, que dirigiéndose a los presentes se limitó a recordar la parábola del buen samaritano y que la Iglesia tiene que ser una Iglesia que sale.
El cardenal Müller tras agradecer al papa Francisco por el prólogo de su libro, recordó su origen, con su papá obrero de la Opel y su mamá como ama de casa, o sea una realidad digna, pero muy distante de la situación de pobreza que conoció cuando viajó y estuvo en Lima y en las poblaciones andinas de Perú. “Allí la gente luchaba diariamente por la supervivencia” dijo y “tenían que confiar en el Señor Jesús”.
El cardenal alemán indicó que el papa Francisco ha escrito el prefacio de esta obra que trata sobre la pobreza, no solamente económica pero también social y moral. E invita a usar los bienes no solamente para las propias necesidades, sino para que al ofrecerlos a otros produzcan frutos. Y precisa que la pobreza puede ser entendida como un recurso si lleva a la solidaridad, al punto que Jesús la convierte en una bienaventuranza.
Y en este cuadro, Müller recuerda que el papa Bergoglio indica: «No existen solamente las pobrezas relacionadas con la economía. Jesús mismo nos lo recuerda, advirtiéndonos que nuestra vida no depende solamente de nuestros bienes”.
Y que la pobreza no debe ser sentida como una limitación pero como un recurso, ya que lo que es dado se transforma en un don que es ventaja para todos.
No faltó tampoco un regalo que le hicieron al cardenal Müller. Un poncho andino, que el purpurado vistió y con el cual respondió durante bastante tiempo a las preguntas de los periodistas.