CIUDAD DEL VATICANO, jueves 23 agosto 2012 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha hecho público su pesar por la muerte del cardenal jesuita chino Paul Shan Kuo-hsi, obispo emérito de Kaohsiung. El purpurado iba a cumplir 89 años el próximo 3 de diciembre.
En un telegrama enviado al actual obispo de Kaohsiung, monseñor Peter Liu Cheng-chung, el papa manifiesta su gratitud a Dios por el ministerio del cardenal Shan y sus muchos años de servicio a la Iglesia.
El pontífice recuerda «su ministerio como obispo de Hwalien y presidente de la conferencia regional de obispos chinos».
Expresa sus condolencias «al clero, religiosos y fieles laicos de estas diócesis y a toda la Iglesia en Taiwan» asegurando sus oraciones. Se une a cuantos lo lloran, incluyendo a sus hermanos jesuitas y encomienda su alma sacerdotal a la gracia infinita de Dios Padre. Asegura su bendición apostólica a todos los reunidos para el solemne funeral.
«El cardenal Shan, muy amado por sus fieles –afirma Radio Vaticano–, dedicó toda su vida a la reconciliación de la Iglesia en China. De él se recuerda, en particular su profunda gratitud a Benedicto XVI, por la Carta a los católicos chinos de 2007, invitando al perdón y a superar las incomprensiones y las divisiones entre los creyentes, que permanecieron fieles durante las persecuciones y los creyentes que cedieron a la debilidad. El purpurado destacó la gran vitalidad de la minoría cristiana en Asia, sin estar atemorizada por vivir como un granito de mostaza, entre otras religiones y en un contexto a menudo materialista y ateo. Solía citar a Juan Pablo II, que veía en el Tercer Milenio una nueva primavera del cristianismo».
Con el fallecimiento del cardenal Shan, el Colegio Cardenalicio queda integrado ahora por 207 miembros, de los que 118 son electores, mientras que 89 han superado la edad de ochenta años. Era el único cardenal de Taiwán. Los cardenales de la Compañía de Jesús son ahora 7, dos de ellos electores.