CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 25 mayo 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI pidió este domingo las oraciones de todos los cristianos para apoyar el testimonio de los discípulos de Jesús en China.
Su invitación, resonó a mediodía en la plaza de San Pedro del Vaticano, tras rezar la oración mariana del Ángelus, un día después de que se celebrara por petición suya la Jornada Mundial de Oración por la Iglesia en China.
Escuchaban al Papa centenares de católicos chinos que viven en Italia y que se reunieron en Roma este fin de semana para unirse a su convocatoria.
Saludándoles, el obispo de Roma confió «al amor misericordioso de Dios a todos vuestros compatriotas que en estos días han fallecido a causa del terremoto, que ha golpeado una amplia área de vuestro país».
Benedicto XVI renovó su «cercanía personal a quienes están viviendo horas de angustia y tribulación. Que gracias a la fraterna solidaridad de todos, las poblaciones de esas zonas puedan regresar pronto a la normalidad de la vida cotidiana».
A continuación pidió a todos los creyentes que apoyen con la oración «el compromiso de quienes en China, en medio de las fatigas cotidianas, siguen creyendo, esperando y amando, para que nunca teman hablar de Jesús al mundo y del mundo a Jesús, siendo siempre testigos creíbles de este amor, manteniéndose unidos a la roca de Pedro sobre la que está edificada la Iglesia».
Según informa la agencia Fides, órgano informativo de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, los fieles chinos de las zonas golpeadas por el terremoto han celebrado la Jornada en tiendas de campaña que han utilizado como capilla.
Los fieles de la ciudad de Peng Zhou, en el distrito de Bai Lu, una de las zonas más golpeadas por el seísmo, rezaron este sábado el rosario en una tienda de campaña, ante la imagen den al Virgen y del Sagrado Corazón de Jesús.
