CIUDAD DE MÉXICO, viernes, 23 de mayo 2008 (ZENIT.org–El Observador).- Al cumplirse quince años desde que el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo fuera asesinado en el estacionamiento del aeropuerto internacional de Guadalajara, los obispos mexicanos advirtieron que «las investigaciones del caso no han avanzado lo suficiente como para conocer y deslindar las responsabilidades de los autores intelectuales y materiales del crimen».
El asesinato del cardenal Posadas Ocampo fue el 24 de mayo de 1993 y en los hechos murieron otras seis personas, entre ellas el chófer del purpurado mexicano.
Mediante un comunicado de prensa intitulado «15 años sin conocer la verdad», a nombre de los obispos mexicanos, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y obispo auxiliar de Guadalajara, monseñor José Leopoldo González González indica que «muchos indicios apuntan a la hipótesis de un crimen de Estado, es decir, un homicidio en el cual habrían participado, como cómplices en diversos grados, algunas personas que ocupaban en ese entonces cargos en diferentes instancias de gobierno».
Adhiriéndose a las hipótesis que manejan los abogados del caso, junto con el actual arzobispo de Guadalajara, el cardenal Juan Sandoval Íñigüez, el Secretario General de la CEM subrayó que «se han constatado graves fallas en la investigación, incluidos el ocultamiento y desvío de pruebas y conclusiones, así como violaciones graves y continuas en el proceso».
«Esto ha provocado que los hechos sigan impunes y la verdad no salga a la luz pública», indicó el prelado mexicano en un duro comunicado distribuido el día de hoy en todos los medios del país, justamente cuando en Guadalajara se preparan los actos conmemorativos en torno a este magnicidio.
Más adelante, el comunicado de prensa firmado por monseñor González González precisó que «los obispos de México hemos manifestado que nuestra única intención es que se conozca la verdad para que se haga justicia, condición sin la cual no puede haber perdón y reconciliación».
«Resolver el homicidio del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo –terminó diciendo el obispo auxiliar de Guadalajara– puede despertar una esperanza para las víctimas presas de la corrupción y el delito en México, superando su escepticismo y desaliento, porque hoy, pocos creen que las instituciones de seguridad pública y justicia penal vayan a resolver los crímenes que padecemos».
En México, 9 de cada 10 delitos quedan impunes o, simplemente, no son denunciados por convencimiento de las víctimas de que los cuerpos de impartición de justicia son muy lentos y, en muchas ocasiones, inoperantes.
«Verdad, justicia, perdón y reconciliación son columnas indispensables para alcanzar la ansiada paz social que México merece y necesita», subrayó monseñor José Leopoldo González González en el comunicado.
Por Jaime Septién