BUENOS AIRES, 1 enero 2002 (ZENIT.org).- En medio del caos político y económico que vive Argentina, el arzobispo de Buenos Aires exhortó a «trabajar por la reconstrucción de la paz social», y lamentó la intromisión de «algunos» que empañaron la protesta efectuada a finales de año por «una mayoría pacífica».
El cardenal Jorge Bergoglio, quien es también primado de Argentina, en un comunicado distribuido por la agencia AICA el 31 de diciembre, hace «un llamado al pueblo de Dios a trabajar por la reconstrucción de la paz social, sabiendo que ésta sólo será posible mediante la búsqueda del bien común».
Por segunda vez en apenas nueve días, la Asamblea Legislativa se reunía este martes para aceptar la renuncia de un presidente y abrir el proceso para la designación de otro, en medio de la más profunda crisis social y económica en este país desde el retorno de la democracia, hace 18 años.
«Es de alabar la actitud madura de nuestro pueblo que se autoconvocó para expresar en nuestras calles de modo pacífico, pero contundente, sus reclamos», afirma el prelado refiriéndose a las manifestaciones populares de protesta.
Y añade: «Pero es lamentable que algunos manifestantes hayan empañado la protesta efectuada por una mayoría pacífica».
Por último, el cardenal Bergoglio subraya «que la sede de las instituciones no pueden pagar el desprestigio de quienes las ocupan»
La crisis en Argentina es de tal magnitud, que cuando la Asamblea Legislativa elija a su nuevo mandatario (al cierre de esta edición todavía no se conocía el nombre), el país habrá tenido cinco presidentes en doce días.