Tras el mutuo reconocimiento, la Santa Sede contará con una nunciatura apostólica en Montenegro, mientras que el país balcánico instalará una embajada ante la Santa Sede.
Según recuerda el documento, «en el proceso de desintegración de Yugoslavia (1991-1995), Montenegro permaneció unido a Serbia ».
«En 2003, adhirió a la Unión de Serbia y Montenegro, que sucedió al a República Federal de Yugoslavia, unión disuelta con la declaración de separación por parte del Parlamento montenegrino, el 3 de junio de 2005, sucesiva al referéndum nacional del 21 de mayo», recuerda la nota.
El 19 de junio de 2006 la Santa Sede reconoció oficialmente la República de Montenegro.
Actualmente el país cuenta con dos circunscripciones eclesiásticas católicas: la archidiócesis de Antivari (Bar), inmediatamente dependiente de la Santa Sede, con 11.500 católicos, albaneses en su mayor parte, 19 parroquias, 12 sacerdotes y 34 religiosas, y la diócesis de Kotor, sufragánea de Split, con 10.000 católicos, croatas en su mayor parte, 23 parroquias, 15 sacerdotes y 31 religiosas.
Los dos obispos pertenecen a la Conferencia Episcopal Internacional de los Santos Cirilo y Metodio.
Con Montenegro, 175 estados mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede.
A éstos se suman las Comunidades Europeas y la Soberana Orden Militar de Malta y dos misiones con carácter especial: la misión de la Federación Rusa y la Oficina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Cuando Juan Pablo II fue elegido obispo de Roma, en 1978, la Santa Sede mantenía relaciones diplomáticas con 85 países.
Entre los países con los que la Santa Sede todavía no mantiene relaciones diplomática plenas se encuentran la República Popular China, Vietnam, Corea del Norte, y Arabia Saudí.