BOGOTÁ, viernes, 8 diciembre 2006 (ZENIT.org).- La Iglesia en Colombia se ha ofrecido a crear una comisión de mediación para salvar el proceso de paz entre el Gobierno de Álvaro Uribe y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que se encuentra en un momento de ruptura, informó este jueves el presidente de la comisión de paz de Córdoba José García Calume.
Calume precisó, al término de una reunión con el obispo de Montería (Córdoba), monseñor Julio César Vidal, que el nuncio de Su Santidad en Colombia, monseñor Beniamino Stella, presidirá una comisión de la Iglesia Católica para intentar reanudar el diálogo del proceso de paz entre el Gobierno y los paramilitares.
La comisión, que además estará integrada por el cardenal Pedro Rubiano, arzobispo de Bogotá y el obispo de Montería, se reunirá próximamente con las partes para buscar propiciar un nuevo escenario de diálogos, según informó la emisora local Radio Caracol.
El ministro del Interior informó que la delegación de la Iglesia católica viajará el martes próximo a Itagüí, donde se encuentran recluidos los máximos jefes de la guerrilla paramilitar AUC, en una cárcel de máxima seguridad.
El obispo de Montería Cesar Vidal Ortiz, quien había acudido anteriormente una reunión entre el Gobierno y AUC en Itagüí, en la que se rompió el proceso, se había ofrecido como mediador para salvar el diálogo.
Monseñor Ortiz señaló en una rueda de prensa que seguirá trabajando por la paz mientras exista una esperanza y calificó como un acto de insensatez el rompimiento bilateral del proceso entre las partes. Indicó que le preocupaba el comportamiento de los mandos que están por fuera del proceso porque de allí podría resurgir la tercera generación de las Autodefensas.
Por su parte el jefe de la misión verificadora de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el proceso de paz, Sergio Caramagna, advirtió que las negociaciones atraviesan una grave crisis, según informó Radio Caracol.
Caramagna hizo estas declaraciones tras la reunión entre delegados del Ejecutivo y de la Iglesia Católica con los jefes paramilitares en la prisión de Itagüí.
Tras finalizar el encuentro, al que asistieron el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, el obispo de Montería, monseñor Julio César Vidal, y los abogados de los ex comandantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Caramagna aseguró que «las cosas son bastante difíciles, hay una crisis muy fuerte, y hay que defender la continuidad del proceso de Justicia y Paz».
No obstante, el jefe de la misión de la OEA se mostró confiado en que la crisis que afronta el proceso pueda superarse «porque un rompimiento podría generar un escenario de impredecibles consecuencias».
El obispo de Montería declaró a Radiosucesos que los jefes paramilitares recluidos en la cárcel de Itagüí (Antioquia) están tristes y amargados y, además, se sienten traicionados por el Gobierno por su traslado a una prisión de máxima seguridad. El prelado señaló que la reunión del pasado 6 de diciembre, tras la cual se anunció la ruptura del proceso de paz, «fue la mañana más difícil de estos 5 años».
«A mí me parece que éste es un proceso serio. Ellos se han desmovilizado voluntariamente…», subrayó monseñor Julio César Vidal.