La Conferencia Episcopal de El Salvador, al terminar la asamblea ordinaria realizada del 25 al 27 de enero, ha publicado un “Mensaje de los obispos ante la violencia que sufre el país”, en el que los prelados presentan su gran preocupación por la situación actual que se está viviendo en la nación. Los obispos manifiestan así que “nos duele en el alma que cada año miles de salvadoreños huyen de la violencia para salvaguardar su vida, emigrando hacia otros lugares o países. Entre las consecuencias más graves están el abandono de sus bienes, la desintegración familiar y el deterioro de su propia identidad”.
“Como pastores, aunque nos sentimos impotentes ante esta situación, no podemos callar, pues el valor sagrado de la vida humana está siendo cada vez más vulnerado”, denuncian en su mensaje. Asimismo, recuerdan que “la vida de la persona es sagrada y nadie puede privar a otro de tal derecho, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin”.
Por otro lado, aseguran que “el fenómeno de la delincuencia, los asesinatos, robos, extorsiones, violaciones y otros delitos, siguen llevando más luto y sufrimiento a las familias salvadoreñas, situación que empeora y pone en crisis a las instituciones del Estado encargadas de proteger a la población”. Muchas veces –observan– el armamento de los delincuentes supera al de las fuerzas encargadas de la seguridad pública y con frecuencia, estos grupos operan con impunidad, condenamos el perverso comercio de armas y municiones que alimenta el crimen y sigue desangrando al noble pueblo salvadoreño.
Los obispos salvadoreños subrayan que es “totalmente inaceptable que los criminales sigan enriqueciéndose a costa del sacrificio y sufrimiento de la gente honrada y trabajadora, por medio del robo y las extorsiones”.
Además, exhortan a las autoridades correspondientes a no ceder en el esfuerzo, que muchas veces exige sacrificios heroicos, y les aseguran su apoyo a través de la oración.
Igualmente, precisan que “no podemos olvidar el clamor de las víctimas de la delincuencia y de sus familiares, ante la escasa y a veces nula, atención que reciben”. Por esta razón, se solidarizan con ellas en la oración y les apoyan en su deseo de justicia.
Concluyen su mensaje asegurando que “la impunidad no debe ser la regla, y que le corresponde al Estado generar las condiciones, a través de mecanismos de investigación transparentes y efectivos, y de la administración de una pronta y cumplida justicia, para que las salvadoreñas y los salvadoreños podamos vivir en paz”.
Web dei vescovi di El Salvador
El Salvador: los obispos se muestran preocupados por la violencia del país
Los prelados exhortan a las autoridades a no ceder en el esfuerzo para cambiar esta situación