El Papa explica a los sacerdotes romanos el motivo del Jubileo de la Misericordia
En la basílica de San Juan de Letrán, el Pontífice pide al clero de su diócesis que sean generosos al perdonar y entender los diferentes lenguajes de los penitentes
El papa Francisco fue este jueves por la mañana a la basílica de San Juan de Letrán, donde se estaba celebrando la tradicional reunión del clero romano con motivo del inicio de la cuaresma. Una vez en el templo, el Santo Padre confesó a diez sacerdotes y, a continuación, él mismo se confesó con uno de los penitenciarios.
El encargado de recibir al Pontífice y dirigirle un saludo de bienvenida fue el cardenal vicario Agostino Vallini, que le aseguró la proximidad del clero romano ante su inminente viaje a México y el encuentro con el Patriarca de Moscú, “un punto de inflexión en la historia de la unidad”. El hecho de insistir en la misión del Obispo de Roma, dijo el cardenal Vallini, ha “impresionado mucho” incluso al metropolita ortodoxo Hilarion.
Según informó L’Osservatore Romano, periódico de la Santa Sede, el purpurado también dio las gracias al Papa por la visita y por haber mantenido el tradicional encuentro con el clero de su diócesis. “Estamos viviendo el Jubileo con mucho compromiso en las parroquias”, aseguró finalmente el cardenal vicario, “sobre todo experimentando la misericordia a través de las confesiones y la peregrinación”.
En un discurso improvisado, Francisco instó a los sacerdotes a vivir de manera completa la misericordia, para comprender y perdonar a las personas que se acercan al confesionario. Recordó que la caricia de un cura hace mucho bien, señalando el ejemplo del Señor, que es siempre misericordioso. La gente –afirmó el Pontífice– ha de encontrar en el confesor a un padre que no deja a su hijo alejarse.
La idea del Jubileo de la Misericordia –confió– es fruto de una inspiración espiritual y viene de lejos: se remonta a Pablo VI, a las enseñanzas de Juan Pablo II, al mensaje de santa Faustina Kowalska y a las catequesis de Benedicto XVI. Si el Señor quiere un Jubileo de la Misericordia –enfatizó– es para haya misericordia en la Iglesia, para que se perdonen los pecados. De ahí la invitación a los sacerdotes para que sean generosos al perdonar y entender los diferentes lenguajes de los penitentes: existe el lenguaje de las palabras, pero también el de los gestos que expresan la voluntad de aprovechar el perdón de Dios.
La reunión en el Laterano tenía un carácter penitencial. Antes de la llegada del Santo Padre había sido el obispo auxiliar de Roma, monseñor Angelo De Donatis, que preside el Servicio para la formación permanente del clero, el que había sugerido una reflexión centrada en la negación de Pedro. Además, como gesto cuaresmal, las ofrendas de los sacerdotes durante la reunión se destinaron a Cáritas. Por último, el cardenal Vallini donó el libro del Papa, “El nombre de Dios es Misericordia”, a todos los presentes. Francisco regresó al Vaticano en torno a las 13 horas.
El Papa pone rumbo a México, con escala en La Habana
Inicia hoy el viaje apostólico que terminará el próximo jueves 18. Antes de aterrizar en Ciudad de México, Francisco hace una parada en Cuba para el histórico encuentro con el patriarca Kirill
El papa Francisco ha comenzado esta mañana el 12º viaje internacional de su pontificado. El destino es México, aunque antes de llegar hará una escala de tres horas en La Habana, donde se encontrará con con el patriarca ruso Kirill. A las 8.30 hora de Roma, con casi 40 minutos de retraso, el avión del papa Francisco ha despegado con destino Cuba. En el viaje le acompaña su séquito y un numeroso grupo de periodistas internacionales, que se encargan de cubrir el viaje papal.
Antes de subir al avión, el Papa publicó un tuit, en su cuenta oficial @Pontifex_es, en el que indicaba que “en México miraré a los ojos de María y le suplicaré que no deje de mirarnos con misericordia. A Nuestra Madre confío desde ahora mi viaje”.
El vuelo del Santo Padre recorrerá 8.698 km y tardará 12 horas y 15 minutos. Sobrevolará Italia, Francia, España, Portugal, Bahamas y finalmente Cuba.
El Santo Padre llega a Cuba a las 14.00 (20:00 hora de Roma). Tras reunirse en privado con el patriarca en el mismo aeropuerto, firmarán la declaración conjunta y el discurso de ambos está previsto a las 16.15 hora local.
Será a las 17.30 cuando ponga finalmente rumbo a México. La llegada al país azteca está prevista a las 19.30 hora local (2.30 hora de Roma).
Francisco envía un mensaje al rey Felipe VI durante su viaje a México
Al sobrevolar el espacio aéreo español, el Papa ha augurado a toda la nación “bendiciones de paz y alegría”
Como es costumbre en sus viajes internacionales, el papa Francisco ha enviado este viernes un telegrama al rey Felipe VI al sobrevolar territorio español. En su misiva, el Santo Padre ha saludado a la Familia Real y ha invocado sobre toda la nación “bendiciones de paz y de alegría”.
“Envío saludos cordiales a Su Majestad y a la Familia Real mientras sobrevuelo España en mi camino a México. Les aseguro y también a todo el pueblo de la nación un recuerdo en mis oraciones, e invoco sobre cada uno de ustedes bendiciones de paz y de alegría”, ha escrito el Pontífice. Previamente, ha hecho lo propio en otro mensaje al presidente de la República Italiana, a quien ha indicado que viaja a México “para apoyar la misión de la Iglesia local y llevar un mensaje de esperanza”. El vuelo papal de Alitalia ha abandonado el espacio aéreo español sobre las 11 horas.
En su viaje a México, Francisco hará escala en el aeropuerto internacional José Martí de La Habana para celebrar el histórico encuentro con el patriarca ortodoxo ruso Kirill. Después, el Papa se dirigirá a Ciudad de México para comenzar su primera visita apostólica al país, donde permanecerá hasta el 18 de febrero.
El Santo Padre entra a México ‘por la puerta de Cantinflas’
Francisco saluda, bromea y agradece su trabajo a los periodistas del vuelo papal
El papa Francisco, como es costumbre, ha saludado esta mañana a los periodistas que le acompañan en el vuelo rumbo a México.
Con una breve presentación del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, ha dado la bienvenida al Santo Padre, de parte de los 76 periodistas, “al inicio de este bellísimo viaje intercontinental”. Asimismo ha asegurado que este viaje “nos emociona mucho” y que “sabemos que es un viaje que usted ha deseado mucho, tanto por el encuentro con el Patriarca como por el encuentro con el pueblo mexicano”. De este modo, el padre Lombardi ha indicado que “nos preparamos para grandes emociones y momentos históricos”. Finalmente le ha expresado “los mejores deseos” para estos días.
Por su parte, el Pontífice ha dado las gracias a los presentes por el trabajo que harán. Y ha explicado que es un “viaje muy intenso, demasiado apretado, pero muy querido: tanto por mi hermano Kirill, como por mí y también por los mexicanos”.
El Santo Padre ha contado una anécdota sucedida este miércoles al inicio de la audiencia general. La decana de los periodistas, la mexicana Valentina Alazraki, corresponsal de Televisa, le regaló a Francisco todas las películas de Cantinflas “como para hacerme entrar en el túnel del tiempo”. Y así –ha explicado– entré en México por la puerta de Cantinflas, que hace reír bien.
Por otro lado, el Papa ha asegurado que su deseo “más íntimo es pararse delante de la Virgen de Guadalupe, ese misterio que se estudia, se estudia, se estudia y no hay explicaciones humanas”. Y ha recordado que también el estudio más científico dice: pero esto es algo de Dios. Y esto es lo que hace decir a algunos mexicanos: “yo soy ateo, pero soy guadalupano”.
Francisco también ha dedicado unas palabras para el doctor Gasbarri, presente en el avión, que trabaja en el Vaticano desde hace 47 años y desde hace 37 se ocupa de los viajes. Este será su último viaje porque se jubila. Por eso, el Santo Padre ha pedido que durante estos días se le exprese “nuestra gratitud” y también pensar en una pequeña fiesta en el viaje de regreso. A continuación ha dado la bienvenida a monseñor Mauricio Rueda, que será el nuevo responsables de los viajes.
Para concluir este encuentro, y antes de saludar personalmente a los periodistas, Valentina ha regalado el típico sombrero mexicano al Pontífice. Como ya hizo en su día con Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Histórico abrazo en La Habana entre Francisco y Kirill
Concluye la esperada reunión entre los máximos representantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Católica, tras casi mil años de distanciamiento, con la firma de una declaración conjunta
El papa Francisco ha aterrizado este viernes en el aeropuerto internacional José Martí, en La Habana (Cuba), alrededor de las 14.00 horas (hora local), procedente de Roma.
Nada más descender del A330 de Alitalia, tras más de 11 horas de vuelo, el Santo Padre ha sido recibido al final de la escalerilla por el presidente cubano, Raúl Castro Ruz, entre otras autoridades civiles y religiosas.
Después de un breve encuentro entre el Pontífice y el mandatario en la sala presidencial del aeropuerto, ha comenzado la histórica reunión entre los máximos representantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Católica, tras casi mil años de distanciamiento.
“Hoy es un día de gracia. Es un regalo de Dios este encuentro con el Patriarca Kirill. Recen por nosotros”, ha afirmado el Papa en su cuenta oficial de Twitter durante el vuelo. La reunión privada ha durado unas dos horas y ha concluido con la firma de una declaración conjunta.
Antes de comenzar las conversaciones en el Salón de Protocolo de la Terminal 1, ambos se han abrazado afectuosamente. Cuando se acercaban uno al otro, Francisco ha exclamado en medio de los flashes: “¡Finalmente!”.
A continuación, ha empezado a hacer comentarios muy breves, diciéndole una y otra vez que “somos hermanos”. Y ha afirmado en tono rotundo: “Está claro que esta es la voluntad de Dios”.
El Primado ruso, que no paraba de sonreír y miraba con enorme cariño al Santo Padre, le ha respondido que “ahora las cosas son más fáciles”. Enseguida se han sentado a dialogar a ambos lados de un crucifijo, acompañados por el metropolita Hilarion y el cardenal Kurt Koch.
El Pontífice ha regalado a Kirill una reliquia de san Cirilo y un cáliz. El Patriarca de Moscú y Toda Rusia ha obsequiado al Papa con una copia, más pequeña que el icono original, de Nuestra Señora de Kazán.
Una vez concluido el encuentro privado, la máxima autoridad ortodoxa rusa ha manifestado que “durante dos horas hemos sostenido una discusión abierta con pleno entendimiento de la responsabilidad de nuestras Iglesias y de nuestro pueblo creyente por el futuro del cristianismo y por el futuro de la civilización humana”. “Los resultados de la conversación me permiten asegurar que actualmente las dos Iglesias pueden cooperar conjuntamente defendiendo a los cristianos en todo el mundo”, ha añadido.
“Con plena responsabilidad, podemos trabajar conjuntamente para que cese la guerra; para que la vida humana se respete en todo el mundo y se fortalezcan las bases de la moral personal, familiar, y social; y para que, a través de la participación de la Iglesia en la vida de la sociedad moderna, se glorifique el nombre de Nuestro Señor Jesucristo y del Espíritu Santo”, ha destacado el patriarca Kirill de Moscú.
Por su parte, Francisco ha dicho en español: “Santidad, eminencias, reverencias, hablamos como hermanos, tenemos el mismo bautismo, somos obispos. Hablamos de nuestras Iglesias y coincidimos en que la unidad se hace caminando. Hablamos claramente, sin medias palabras”. “Yo les confieso que he sentido la consolación del Espíritu en este diálogo. Agradezco la humildad de Su Santidad, humildad fraterna y sus buenos deseos de unidad”, ha añadido.
“Hemos salido con una serie de iniciativas que creo que son viables y se podrán realizar”, ha asegurado el Santo Padre. “Por eso, quiero agradecer una vez más a Su Santidad su benévola acogida, como asimismo a los colaboradores y nombro a dos: su eminencia el metropolita Hilarion y su eminencia el cardenal Koch, con todos sus equipos que han trabajado para esto”, ha proseguido. “No quiero irme sin dar un sentido agradecimiento a Cuba, al gran pueblo cubano y a su presidente aquí presente. Agradezco su disponibilidad activa”, ha apuntado.
El Pontífice ha finalizado su intervención improvisada reconociendo que “si sigue así, Cuba será la capital de la unidad”. “Y que todo esto sea para gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y para el bien del santo pueblo fiel de Dios bajo el manto de la Santa Madre de Dios”, ha concluido.
Al término del encuentro, el papa Francisco ha proseguido su viaje a bordo del avión papal hacia Ciudad de México, donde llegará tras dos horas de vuelo a las 19.30 hora local.
Declaración conjunta del papa Francisco y del patriarca Kirill de Moscú
Texto completo. Tras una histórica reunión de dos horas, las máximas autoridades de la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa Rusa firman en La Habana un esperado documento de 30 puntos
Tras celebrarse en La Habana la histórica reunión entre las máximas autoridades de la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa Rusa, el papa Francisco y el patriarca Kirill de Moscú han firmado este viernes una declaración conjunta. Publicamos a continuación el texto íntegro:
Declaración conjunta
del Papa Francisco
y del Patriarca Kiril de Moscú y Toda Rusia
“Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la participación del Espíritu Santo estén con todos vosotros” (2 Corintios 13,13).
1. Por la voluntad de Dios Padre, de quien procede todo don, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, con la ayuda del Espíritu Santo Consolador, nosotros, Francisco, Papa y Obispo de Roma, y Kiril, Patriarca de Moscú y Toda Rusia, reunimos hoy en La Habana. Damos gracias a Dios, glorificado en la Santísima Trinidad, por este encuentro, el primero en la historia.
Con alegría, nos reunimos como hermanos en la fe cristiana que se encontraron para “hablar… personalmente” (2 Juan, 12), de corazón a corazón, y discutir las relaciones mutuas entre las Iglesias, los problemas palpitantes de nuestro rebaño y las perspectivas del desarrollo de la civilización humana.
2. Nuestro encuentro fraterno se llevó a cabo en Cuba, en la encrucijada entre el Norte y el Sur, el Este y el Oeste. Desde esta isla, un símbolo de esperanza del Nuevo Mundo y de los dramáticos acontecimientos de la historia del siglo XX, dirigimos nuestras palabras a todas las naciones de América Latina y de otros continentes.
Nos alegra el hecho de que hoy en día aquí la fe cristiana evoluciona dinámicamente. El potencial religioso de gran alcance en América Latina, sus tradiciones cristianas multiseculares, manifestadas en la experiencia personal de millones de personas, son clave para un gran futuro de esta región.
3. Al reunirnos a distancia de las antiguas disputas del Viejo Mundo, sentimos muy fuertemente la necesidad de colaboración entre los católicos y los ortodoxos, que deben estar siempre preparados para responder a cualquiera que les pida razón de la esperanza (1 Pedro 3, 15).
4. Damos gracias a Dios por los dones que hemos recibido a través de la venida al mundo de su Hijo Unigénito. Compartimos la Tradición espiritual común del primer milenio del cristianismo. Los testigos de esta Tradición son la Santísima Madre de Dios, la Virgen María, y los santos a quienes veneramos. Entre ellos están innumerables mártires que mostraron su fidelidad a Cristo y se convirtieron en “la semilla de cristianos”.
5. A pesar de tener la Tradición común de diez primeros siglos, los católicos y los ortodoxos, durante casi mil años, están privados de comunicación en la Eucaristía. Permanecimos divididos dado a las heridas causadas por los conflictos del pasado lejano y reciente, por las diferencias heredadas de nuestros antepasados, en la comprensión y la explicación de nuestra fe en Dios, un ser único que existe como tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Lamentamos la pérdida de la unidad, que era una consecuencia de la debilidad y la pecaminosidad humana, que se produjo a despecho de la oración del Primer Sacerdote, Cristo Salvador: “Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17, 21).
6. Conscientes de muchos obstáculos que hay que superar, esperamos que nuestro encuentro contribuya a la obtención de la unidad mandada por Dios, por la que Cristo había rezado. Que nuestro encuentro inspire a los cristianos de todo el mundo para invocar con el nuevo fervor al Señor, orando sobre la plena unidad de todos sus discípulos. Que ésta, en el mundo que espera de nosotros no sólo palabras, sino acciones, sea un signo de esperanza para todas las personas de buena voluntad.
7. Teniendo firmeza en hacer todo lo necesario para superar las diferencias históricas heredadas por nosotros, queremos reunir nuestros esfuerzos a fin de dar testimonio del Evangelio de Cristo y del patrimonio común de la Iglesia del primer milenio, respondiendo conjuntamente a los desafíos del mundo moderno. Los ortodoxos y los católicos deben aprender a llevar el testimonio común de la verdad en aquellas áreas, en las que es posible y necesario. La civilización humana ha entrado en un período de cambios epocales. La conciencia cristiana y la responsabilidad pastoral no nos permiten que permanezcamos indiferentes ante los desafíos que requieren una respuesta conjunta.
8. Nuestra atención está dirigida principalmente hacia aquellas regiones del mundo donde los cristianos están sometidos a persecución. En muchos países de Oriente Medio y África del Norte, se exterminan familias completas de nuestros hermanos y hermanas en Cristo, pueblos y ciudades enteros habitados por ellos. Sus templos están sometidos a la destrucción bárbara y a los saqueos, los santuarios – a la profanación, los monumentos – a la demolición. En Siria, Irak y otros países de Oriente Medio observamos con dolor el éxodo masivo de cristianos de la tierra donde nuestra fe comenzó a extenderse, y donde ellos vivían a partir de los tiempos apostólicos, junto con otras comunidades religiosas.
9. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor desplazamiento de los cristianos de Oriente Medio. Levantando nuestras voces en defensa de los cristianos perseguidos, también solidarizamos con sufrimientos de seguidores de otras tradiciones religiosas, que se han convertido en víctimas de la guerra civil, el caos y la violencia terrorista.
10. En Siria e Irak esta violencia ha cobrado miles de vidas, dejando sin hogares y medios de vida a unos millones de personas. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a unirse para poner fin a la violencia y al terrorismo y al mismo tiempo, a través del diálogo, a contribuir a la pronta obtención de la paz civil. Se requiere una ayuda humanitaria de gran escala para el pueblo que sufre, y para muchos refugiados en los países vecinos.
Solicitamos a todos los que pueden, influir en el destino de todos los secuestrados, incluyendo a los Metropolitas de Alepo, Pablo y Juan Ibrahim, capturados en abril de 2013, para hacer todo lo necesario a fin de su pronta liberación.
11. Enviamos oraciones a Cristo, Salvador del mundo, sobre el establecimiento en suelo de Oriente Medio de la paz, que es producto de la justicia (Isaías 32, 17), sobre el fortalecimiento de la convivencia fraterna entre diversos pueblos, Iglesias y religiones situados en esta tierra, sobre el regreso de los refugiados a sus casas, sobre la curación de los heridos y el reposo de almas de las víctimas inocentes.
Dirigimos a todas las partes que puedan estar involucradas en los conflictos, un ferviente llamamiento para manifestar buena voluntad y llegar a la mesa de negociación. Al mismo tiempo, es necesario que la comunidad internacional haga todos los esfuerzos posibles para poner fin al terrorismo mediante acciones comunes, conjuntas y sincronizadas. Hacemos un llamamiento a todos los países involucrados en la lucha contra el terrorismo, a las acciones responsables y prudentes. Hacemos un llamado a todos los cristianos y a todos los creyentes en Dios para rezar al Señor Creador y Providente que cuida el mundo, que guarde su creación de la destrucción y no permita una nueva guerra mundial. Para que la paz sea duradera y fiable, se requieren esfuerzos especiales destinadas al regreso a los valores comunes, que nos unen, basados en el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.
12. Admiramos la valentía de aquellos que entregan sus vidas por haber dado testimonio de la verdad del Evangelio, prefiriendo la muerte ante la abjuración de Cristo. Creemos que los mártires de nuestros tiempos, procedentes de diferentes Iglesias, pero unidos por un sufrimiento común, son la clave para la unidad de los cristianos. A vosotros, los que sufren por Cristo, dirige su palabra el Apóstol del Señor: “Queridos hermanos,… alegraos de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también os llenéis de alegría cuando su gloria se manifieste” (1 Pedro 4, 12-13).
13. En esta época turbadora se necesita el diálogo interreligioso. Las diferencias en comprensión de las verdades religiosas no deben impedir que las personas de diversas religiones vivan en paz y armonía. En las circunstancias actuales, los líderes religiosos tienen una responsabilidad especial por la educación de su rebaño en el espíritu de respeto por las creencias de aquellos que pertenecen a otras tradiciones religiosas. Los intentos de justificar actos criminales por consignas religiosas son absolutamente inaceptables. Ningún crimen puede ser cometido en el nombre de Dios, “porque Dios es Dios de paz y no de confusión” (1 Corintios 14, 33).
14. Atestiguando el alto valor de la libertad religiosa, damos gracias a Dios por el renacimiento sin precedentes de la fe cristiana que ahora se lleva a cabo en Rusia y muchos países de Europa del Este, donde por décadas han gobernado regímenes ateos. Hoy en día, las cadenas del ateísmo militante cayeron, y en muchos lugares los cristianos son libres de profesar su fe. Durante un cuarto de siglo, aquí se erigieron decenas de miles de nuevos templos, se abrieron cientos de monasterios y escuelas teológicas. Las comunidades cristianas realizan amplias actividades caritativas y sociales, prestando diversa asistencia a los necesitados. Los ortodoxos y los católicos a menudo trabajan hombro con hombro. Ellos defienden la base espiritual común de la sociedad humana, dando testimonio de los valores evangélicos.
15. Al mismo tiempo, nos preocupa la situación que tiene lugar en tantos países, donde los cristianos enfrentan cada vez más la restricción de la libertad religiosa y del derecho a dar testimonio sobre sus creencias y a vivir de acuerdo con ellas. En particular, vemos que la transformación de algunos países en las sociedades secularizadas, ajenas de cualquier memoria de Dios y su verdad, implica una grave amenaza para la libertad religiosa. Estamos preocupados por la limitación de los derechos de los cristianos, por no hablar de la discriminación contra ellos, cuando algunas fuerzas políticas, guiadas por la ideología del secularismo que en numerosos casos se vuelve agresivo, tienden a empujarles a los márgenes de la vida pública.
16. El proceso de la integración europea, que comenzó después de siglos de conflictos sangrientos, fue acogido por muchas personas con esperanza, como prenda de paz y seguridad. Al mismo tiempo, advertimos en contra de aquella clase de integración que no respeta la identidad religiosa. Respetamos la contribución de otras religiones a nuestra civilización, pero estamos convencidos de que Europa debe mantener la fidelidad a sus raíces cristianos. Hacemos un llamamiento a los cristianos en Europa Occidental y Europa Oriental a unirse a fin de dar testimonio conjunto sobre Cristo y el Evangelio, para que Europa mantenga su alma formada por dos mil años de la tradición cristiana.
17. Nuestra atención está destinada a las personas que se encuentran en una situación desesperada, viven en la pobreza extrema en el momento en que la riqueza de la humanidad está creciendo. No podemos permanecer indiferentes al destino de millones de migrantes y refugiados que tocan a las puertas de los países ricos. El consumo incontrolado, típico para algunos estados más desarrollados, agota rápidamente los recursos de nuestro planeta. La creciente desigualdad en la distribución de bienes terrenales, aumenta el sentido de la injusticia del sistema de las relaciones internacionales que se está implantando.
18. Las Iglesias cristianas están llamadas a defender exigencias de la justicia, del respeto a las tradiciones nacionales y de la solidaridad efectiva con todos los que sufren. Nosotros, los cristianos, no debemos olvidar que “para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo. Así nadie podrá presumir delante de Dios” (1 Corintios 1, 27-29).
19. La familia es el centro natural de la vida de un ser humano y de la sociedad. Estamos preocupados por la crisis de la familia en muchos países. Los ortodoxos y los católicos, compartiendo la misma visión de la familia, están llamados a testificar acerca de la familia como de un camino hacia la santidad, que se manifiesta en la fidelidad mutua de los cónyuges, su disponibilidad para dar a luz a los niños y formarles, en la solidaridad entre las generaciones y el respeto hacia los enfermizos.
20. La familia es fundada sobre el matrimonio que es un acto libre y fiel de amor entre un hombre y una mujer. El amor fortalece su unión, les enseña a aceptar uno a otros como a un don. El matrimonio es la escuela del amor y de la fidelidad. Lamentamos que otras formas de convivencia se equiparan ahora con esta unión, y la visión de la paternidad y la maternidad como de especial vocación del hombre y de la mujer en el matrimonio, santificada por la tradición bíblica, se expulsa de la conciencia pública.
21. Hacemos un llamamiento a todos para respetar el derecho inalienable a la vida. Unos millones de bebés están privados de la propia posibilidad de aparecer a la luz. La sangre de los niños no nacidos pide a gritos a Dios que haga justicia. (Génesis 4, 10).
La divulgación de la así llamada eutanasia conduce al hecho de que los ancianos y enfermos comienzan a sentirse carga excesiva para su familia y la sociedad en conjunto.
Expresamos nuestra preocupación por el uso cada vez más extendido de las tecnologías biomédicas de reproducción, porque la manipulación de la vida humana es un ataque contra los fundamentos del ser de la persona creada a imagen de Dios. Consideramos que nuestro deber es hacer acordarse sobre la inmutabilidad de los principios morales cristianos, basados en el respeto por la dignidad de la persona que está destinada a la vida de acuerdo con el plan de su Creador.
22. Queremos hoy dirigir unas palabras especiales a la juventud cristiana. Vosotros, los jóvenes, no debéis esconder dinero en la tierra (Mateo 25, 25), sino usar todas las dotes dadas por Dios, para afirmar la verdad de Cristo en el mundo, realizar los mandamientos evangélicos del amor a Dios y al prójimo. No tengáis miedo de ir contra la corriente, defendiendo la verdad de Dios, con la que no siempre se ajustan las normas seculares modernas.
23. Dios os ama y espera de cada uno de vosotros que seáis sus discípulos y apóstoles. Sed la luz de este mundo, para que otros, viendo el bien que hacéis, alaben todos a vuestro Padre que está en el cielo (Mateo 5, 14-16). Educad a los niños en la fe cristiana para entregarles la perla preciosa de la fe (Mateo 13, 46) que recibisteis de vuestros padres y antepasados. No olvidéis que “Dios os ha comprado por un precio” (1 Corintios 6, 20), el precio de la muerte en la cruz de Dios Hombre, Jesucristo.
24. Los ortodoxos y los católicos están unidos no sólo por la Tradición común de la Iglesia del primer milenio, sino también por la misión de predicar el Evangelio de Cristo en el mundo contemporáneo. Esta misión requiere respeto mutuo entre los miembros de las comunidades cristianas, excluye cualquier forma del proselitismo.
No somos competidores, sino hermanos: debemos arrancar de este concepto ejecutando todas actividades relacionadas con nuestros lazos y contactos con el mundo exterior. Instamos a los católicos y a los ortodoxos de todo el mundo para aprender a vivir juntos en paz, amor y armonía unos con otros (Romanos 15, 5). Es inaceptable el uso de medios incorrectos para obligar a los fieles a pasar de una Iglesia a otra, dejando de lado su libertad religiosa y sus propias tradiciones. Estamos llamados a poner en práctica el mandamiento de San Pablo Apóstol y “anunciar el evangelio donde nunca antes se había oído hablar de Cristo, para no construir sobre cimientos puestos por otros” (Romanos 15, 20).
25. Esperamos que nuestro encuentro contribuya a la reconciliación donde hay tensiones entre los greco-católicos y los ortodoxos. Hoy en día es obvio que el método de “la unión” de los siglos pasados que implica la unidad de una comunidad con la otra a costa de la separación de su Iglesia, no es la manera de restaurar la unidad. Al mismo tiempo, las comunidades eclesiásticas que han aparecido como resultado de circunstancias históricas tienen derecho a existir y hacer todo lo necesario para satisfacer menesteres espirituales de sus fieles, buscando la paz con sus vecinos. Los ortodoxos y los greco-católicos necesitan la reconciliación y la búsqueda de formas de convivencia mutuamente aceptables.
26. Lamentamos el enfrentamiento en Ucrania que ya cobró muchas vidas, causó sufrimientos innumerables a los civiles, hundió la sociedad en una profunda crisis económica y humanitaria. Hacemos un llamamiento a todas las partes del conflicto a tener prudencia, mostrar la solidaridad social y trabajar activamente para el establecimiento de la paz. Instamos a nuestras Iglesias en Ucrania a trabajar para lograr la armonía social, abstenerse de participar en la confrontación y de apoyar el desarrollo del conflicto.
27. Esperamos que la división entre los creyentes ortodoxos en Ucrania sea vencida sobre la base de las normas canónicas existentes, que todos los cristianos ortodoxos de Ucrania vivan en paz y armonía, y que las comunidades católicas del país contribuyan a ello, para que nuestra hermandad cristiana sea aún más evidente.
28. En el mundo de hoy, multifacético y al mismo tiempo unido por el destino común, los católicos y los ortodoxos están llamados a colaborar fraternamente para anunciar el Evangelio de la salvación, dar testimonio común de la dignidad moral y la auténtica libertad humana, “para que el mundo crea” (Juan 17, 21). Este mundo, en el que se están socavando rápidamente los fundamentos morales de la existencia humana, espera de nosotros el fuerte testimonio cristiano en todos los ámbitos de la vida personal y social. ¿Podremos en la época crucial dar testimonio conjunto del Espíritu de la verdad? De esto depende, en gran medida, el futuro de la humanidad.
29. Que Jesucristo, Dios Hombre, Nuestro Señor y Salvador, nos ayude en el anuncio valiente de la verdad de Dios y de la Buena Noticia de salvación. El Señor nos fortalece espiritualmente con su promesa infalible: “No tengáis miedo, pequeño rebaño, que el Padre, en su bondad, ha decidido daros el reino” (Lucas 12, 32).
Cristo es una fuente de alegría y de esperanza. La fe en él transfigura la vida del ser humano, la llena de significado. Lo han vivido por su propia experiencia todos aquellos de los que se puede decir con las palabras de San Pedro Apóstol: “Antes, ni siquiera erais pueblo, pero ahora sois pueblo de Dios; antes Dios no os tenía compasión, pero ahora tiene compasión de vosotros” (1 Pedro 2, 10).
30. Llenos de gratitud por el don de comprensión mutua que se manifestó en nuestra reunión, nos dirigimos con esperanza a la Santísima Madre de Dios, haciendo solicitud con las palabras de la antigua oración: “Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios”. Que la Santísima Virgen María con su amparo fortalezca la hermandad de todos que la veneran, para que ellos, en un momento determinado por Dios, se junten, en paz y concordia, en el único pueblo de Dios, ¡sea glorificado el nombre de la Trinidad Consustancial e Inseparable!
Francisco
Obispo de Roma,
Papa de la Iglesia Católica
Kiril
Patriarca de Moscú
y Toda Rusia
12 de febrero de 2016, La Habana (Cuba)
(Texto difundido por la Sala de Prensa de la Santa Sede)
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Arcipreste Andrey Kórdochkin: ‘El Papa y el Patriarca no van a hablar siguiendo un guión’
Entrevista con el rector de la parroquia ortodoxa rusa de Santa María Magdalena en Madrid sobre el significado del encuentro entre Francisco y Kirill de Moscú
El Papa Francisco y el Patriarca Kirill de Moscú están a punto de celebrar un encuentro histórico en Cuba, que puede marcar el inicio de un acercamiento entre las Iglesias de Oriente y Occidente, separadas desde el año 1054.
La Santa Sede y el Patriarcado de Moscú anunciaron el pasado 5 de febrero que durante su viaje hacia México, el Pontífice haría este viernes una escala en el aeropuerto internacional José Martí de la isla caribeña, para reunirse con la cabeza de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Los dos líderes religiosos han elegido un lugar neutral, La Habana, para facilitar el diálogo. Al término de la reunión, se espera que firmen una declaración conjunta.
Para valorar este acontecimiento sin precedentes en el último milenio, ZENIT ha entrevistado al arcipreste Andrey Kórdochkin, rector de la parroquia ortodoxa rusa de Santa María Magdalena en Madrid.
¿Qué valoración hace del inminente encuentro entre el papa Francisco y el patriarca Kirill de Moscú?
– Arcipreste Andrey Kórdochkin: Me presento para los lectores de ZENIT. Soy el párroco de la iglesia de Santa María Magdalena en Madrid, que es el único templo ortodoxo ruso en la capital de España. En Madrid existe nuestra comunidad, junto con la comunidad griega, la comunidad rumana y la comunidad georgiana.
Personalmente, creo que el encuentro que estamos esperando entre Su Santidad Francisco y nuestro Patriarca es importante por dos aspectos. En primer lugar, porque aquí estamos en un país que es tradicionalmente católico. El otro aspecto tiene que ver con mi historia personal. Yo estuve ocho años estudiando Teología en las universidades de Inglaterra. De estos ocho años, cinco los pasé en comunidades religiosas católicas. Estudié cuatro años con los benedictinos y un año con los jesuitas. Creo que, en el mundo ortodoxo, soy algo privilegiado al conocer el mundo latino un poco desde dentro. Recuerdo que, desde los años 90, hemos hablado de que este encuentro debía tener lugar. Estoy muy muy contento de que ya no sea una cosa que se retrasa de un año para el otro. Esto también significa que hemos llegado a algún nivel de entendimiento con la Iglesia Católica sobre algunas dificultades que tuvimos antes.
¿Cuáles?
– Arcipreste Andrey Kórdochkin: Para mí, la causa fundamental de que haya alguna dificultad entre las personas, incluso por asuntos religiosos, se debe siempre a la falta de comunicación, la falta de trasparencia y la falta de contacto directo.
La historia de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Madrid es bastante larga. La fundación de la capilla de Santa María Magdalena en la embajada del Imperio Ruso se remonta a 1761. Ya han pasado más de 250 años de este hecho, pero la migración ortodoxa de los países ortodoxos a España en cantidades grandes es una cosa relativamente nueva. Por eso, en Madrid y en otros lugares, aunque no necesitemos nada y no pidamos nada a la Iglesia Católica, nosotros nos presentamos ante los obispos católicos para hablarles de nuestra vida. Aquí, en Madrid, tenemos una muy buena relación con el Arzobispado y con la Conferencia Episcopal. Monseñor Juan Antonio Martínez Camino estuvo en nuestro templo muchas veces. Y cuando abrimos las puertas del templo, hace dos años y medio, la primera visita que tuvimos fue la de todos los sacerdotes católicos de la zona. Les invité para que vieran y conocieran la parroquia. Creo que cuando hay trasparencia todo es más sencillo.
Me parece que el punto más delicado de las relaciones entre la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica ha sido el tema de los uniatas en Ucrania. Este tema sigue siendo complicado, y no solo en Ucrania, también en España, donde hay comunidades uniatas. Personalmente, conozco muchos casos en los que los sacerdotes uniatas se presentan a los católicos como católicos y a los ortodoxos como ortodoxos. Como el rito es igual, ellos no saben donde están. Sé que, a la mayor parte de las personas que van a la comunidad uniata del Buen Suceso en Madrid, cuando les preguntan quiénes son ustedes no les dicen que son católicos de rito oriental. Les dicen que son ortodoxos. El rito es igual, por lo que estas personas piensan que están en una iglesia ortodoxa. Esto sucede cuando no se conoce la historia, lo que ha pasado en la unión de Brest en 1596, que ha sido un proyecto político y no un proyecto litúrgico.
¿Qué cabe esperar de esta reunión?
– Arcipreste Andrey Kórdochkin: Creo que este hecho significa que hemos avanzado en el diálogo. El encuentro siempre es posible cuando ambas partes están preparadas para el diálogo. No se trata de que uno quiera dominar al otro, sino que ambos son capaces de dialogar. Creo que tanto Su Santidad, el Santo Padre, como Su Santidad Kirill, nuestro Patriarca, son capaces de dialogar. Nuestro Patriarca conoce el mundo católico desde hace muchas décadas. Lo conoce bastante bien. Pero, según me dijeron las personas que le conocieron en Buenos Aires, lo mismo sucede con Su Santidad. Él participaba muchas veces –si no cada año– en la celebración de la Natividad de Cristo, que según el calendario juliano es dos semanas después del calendario gregoriano. Él ha ido a la parroquia del Patriarcado de Moscú en Buenos Aires, ha rezado en el templo y se ha quedado a comer. Para él, el mundo ortodoxo tampoco es algo extraño, que desconozca. Espero que este encuentro no sea algo protocolario, sino que sea un testimonio para el mundo de la fe que compartimos, la fe en Nuestro Señor Jesucristo, ante las dificultades que estamos sufriendo. Nos encontramos ante una nueva época de persecución y exterminio de los cristianos en varias zonas del mundo.
Tanto el Pontífice como el Patriarca de Moscú han manifestado reiteradamente su preocupación por la persecución de los cristianos en Oriente Medio. ¿Podría ser este uno de los temas que recoja la declaración conjunta?
– Arcipreste Andrey Kórdochkin: Creo que no van a hablar siguiendo un guión. Eso es lo bueno de este encuentro. Se trata de una comunicación entre personas vivas. Además, creo que pueden hablar no solo del tema de la persecución de los cristianos en Oriente Medio, sino también de la situación de los cristianos en el mundo occidental ante la secularización, que ya tiene formas muy agresivas. Aunque nosotros no podemos decir que estemos perseguidos, pero sí puede ser que nos encontremos sometidos a presión. Nuestra libertad para confesar la fe puede estar limitada. En este sentido, creo que los cristianos rusos podemos recordar la situación que vivimos en la Unión Soviética. La Constitución de Stalin garantizaba la libertad de confesión de todos, pero no se cumplió. Creo que hay un conflicto entre el discurso secular y el discurso religioso. ¿De qué estamos hablando cuando nos referimos a la confesión de la fe? En el debate secular hacen referencia a la libertad de culto, una cuestión privada que cada hombre y cada mujer tiene la libertad de ejercer. Para nosotros, profesar nuestra fe no es solo celebrar el culto. Para nosotros, el cristianismo no es el culto. Implica el culto, pero es la forma de vivir la vida según nuestra fe y lo que creemos. No queremos dominar a los demás, pero tampoco queremos sentirnos ciudadanos de segunda clase. Y no debemos vivir a escondidas todo lo que creemos y profesamos. Creo que también este puede ser un tema que traten entre los dos.
La reunión, ¿supondrá una nueva etapa en las relaciones entre las dos Iglesias?
– Arcipreste Andrey Kórdochkin: Nos enfrentamos ante una hoja en blanco. Creo que todavía no sabemos lo que vamos a escribir en esta hoja. Pero siempre existe la esperanza de que, a las próximas generaciones, les dejemos algo más que un conflicto y un estrés en las relaciones. También creo que es importante entender que nosotros no estamos hablando de una unión. En la historia, durante el segundo milenio, tuvimos varios intentos de llegar a una unión. Por ejemplo, en Brest o en Florencia por razones políticas. Pero esto siempre hizo empeorar las cosas y no mejorarlas. Por eso, creo que en el mundo en que vivimos ahora, si tenemos una relación buena, fraterna, trasparente… cuando somos capaces de dialogar, aunque no podemos compartir la Eucaristía, podemos compartir muchos más aspectos. Llegamos a esa relación fraternal y trasparente cuando estamos dispuestos a ayudarnos los unos a los otros. Creo que esto no es malo y no es poco después de todos los problemas que hemos sufrido.
¿Por qué se elige La Habana para el encuentro?
– Arcipreste Andrey Kórdochkin: Creo que tiene su significado. Entiendo que nuestro patriarca no quiso que el encuentro sea en Europa, porque la historia de Europa soporta el peso de todas nuestras dificultades –de las de todas las tradiciones cristianas– en el último milenio y más allá. Pero cuando hablamos del Nuevo Mundo no existe esta historia pesada a causa de nuestras memorias históricas, porque las memorias históricas pueden llegar a ser complicadas. Por ejemplo, muchas veces, cuando hablo con los griegos sobre el mundo católico la primera cosa que ellos mencionan es la cruzada de 1204. Puede parecer muy raro que estemos hablando de una cosa que sucedió hace ocho siglos, pero a veces con la memoria histórica funciona así. Por eso, creo que hicieron una buena cosa al decidir hacer el encuentro allí. También creo que es importante para nuestro patriarca el hecho de que se celebre en el marco de una visita pastoral a Cuba, donde tenemos a unos 15 mil rusos y el templo que él mismo ha bendecido en La Habana, que hizo el mismo arquitecto que diseñó el de Madrid. Después, entiendo que él va a seguir con su viaje a otros países de América Latina. Creo que ha sido una elección sabia, porque la relación entre los católicos y los ortodoxos en América Latina es muy buena. Esto se debe a que no tienen ese ralentí histórico.
En un corto espacio de tiempo, se han anunciado dos acontecimientos históricos: el Santo y Gran Concilio en Creta y la reunión del papa Francisco con el patriarca Kirill de Moscú. ¿Existe algún tipo de relación entre ambos?
– Arcipreste Andrey Kórdochkin: Creo que hay que tener muy claro que la agenda de la reunión en La Habana y la agenda del Concilio son dos cosas muy distintas. No se está manteniendo el encuentro por el Concilio y no se está celebrando el Concilio por el encuentro. Creo que eso hay que tenerlo muy claro. Además, creo que todavía están trabajando sobre los temas que se van a hablar en el Concilio. Se trata de temas complicados y hay que entender que las cabezas de las Iglesias Ortodoxas nunca se encontraron en más de un milenio. Creo que todavía tendremos algo que descubrir a este respecto.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los lectores de ZENIT?
– Arcipreste Andrey Kórdochkin: Creo que siempre es un descubrimiento conocer al otro. Y para mí, pasar algún tiempo dentro del ambiente católico ha sido importante no solo para conocer el mundo católico, sino también para entender mi propia tradición. Creo que es importante que nuestra vida sea trasparente y que tengamos contacto con el mundo católico en los países donde estamos. Creo que es igualmente importante que, cuando las comunidades católicas se encuentren en un ambiente tradicionalmente ortodoxo, estén buscando la misma trasparencia, el mismo diálogo. Creo que si nosotros tenemos un nivel de relación personal, podemos ser críticos con algunas cosas de nuestra propia situación o de la situación del otro, pero al menos no estamos limitados por la herencia medieval. Creo que hay que entender que las relaciones que tenemos, los unos con los otros, somos nosotros los que tenemos que decidir cuáles son. No tienen que ser el reflejo de las relaciones del siglo XIII, del siglo XV o de cualquier otro siglo. Ya somos adultos en nuestra fe. Creo que ya podemos asumir la responsabilidad mutua sobre quiénes somos y cómo estamos con los demás. Por eso, creo que el encuentro de La Habana es una señal de este diálogo, de esta trasparencia y de esta capacidad de ver y oír, pero también de ser visto y ser oído por el otro.
Francisco y Cuba, la persona y el lugar justo para encontrar a Kirill
Favorece que el actual Papa no sea europeo y que La Habana sea de tradición política filo-rusa
El encuentro entre el papa Francisco y el patriarca de Rusia Kirill, “es un hecho de innegable importancia histórica”. La particularidad es que “el papa Francisco es la persona justa para poder hacerlo y Cuba un lugar ideal para en el encuentro”.
Lo indicó este jueves el sacerdote Stefano Caprio, docente del Pontificio Instituto Oriental (PIO) de historia y de cultura rusa, y uno de los primeros sacerdotes que fue a Rusia después de la caída del imperio soviético. Lo hizo durante un desayuno de trabajo con periodistas, organizado en el cuadro de los cursos de actualización para comunicadores que realiza la Universidad de la Santa Cruz y en una posterior conversación con ZENIT.
Juan Pablo II era un papa polaco que vivió las dictaduras y, al ser muy anti-soviético, existía en Rusia “una cierta desconfianza hacia él”. Al ser primero el período del comunismo y después el de la salida, “existía el miedo a ser invadidos por Occidente”, precisó el docente.
Benedicto XVI era un pontífice, indicó el sacerdote del PIO, que “sabía explicar la crisis de la civilización cristiana, dar respuestas fuertes para defender los valores en el mundo de hoy y ante el relativismo, pero también contra los radicalismos”, temas que interesaban a los rusos temerosos de ser invadidos por el consumismo occidental. Pero también les daba “un cierto temor de volverse sus discípulos al hacer propios estos argumentos”.
Mientras que el Papa actual, precisó el docente, “es para ellos la visión pastoral”. Y recordó que “cuando Francisco salió la primera noche en la logia de San Pedro y dijo que él era el Obispo de Roma, en comunión con todas las Iglesias, el primado de amor, hablando con un lenguaje patrístico muy conocido por los orientales, los ortodoxos dijeron: ‘este es el tono que queremos del Papa’”.
Para que se realice este encuentro, prosiguió, “seguramente ha favorecido el tipo de apertura de Francisco, por venir de un mundo geográficamente lejos de Europa, ante el cual los ortodoxos siempre se enfrentaron”. Pesa mucho “el hecho de no ser un papa europeo, lo que creó las mejores circunstancias para evitar polémicas y encontrarse con serenidad”.
Los temas de actualidad que abordarán, añadió, son: “la defensa de los cristianos en Oriente Medio, la crisis del mundo y de la globalización, del ambiente, requiere una mayor unidad pastoral, dejar de lado las teorías y unirse en la práctica”.
En el actual contexto histórico de Rusia, “Kirill quiere presentarse como el verdadero representante del cristianismo ruso que encuentra al representante del cristianismo occidental. En cambio antes eso no era posible”.
“El patriarca de Constantinopla -precisó el profesor Caprio- no tuvo nunca este problema porque desde tiempos antiguos es el interlocutor natural de los ortodoxos con Occidente, no obstante los cismas y peleas medievales. Con el Concilio Vaticano II esta relación se intensificó aún más. El patriarca Atenágoras, que abrazó a Pablo VI en 1964 en Jerusalén, quitó junto al Santo Padre las excomuniones recíprocas”.
Por último, recordó que “Bartoloméo estudió en Roma en el Instituto Oriental, vino muchas veces y es un gran amigo nuestro. Además es considerado por todos como el ‘patriarca verde’, y muy cercano a Francisco después de su última encíclica”. Y concluyó diciendo que se trata de tres papas diversos, con visiones diversas pero con un aporte propio en este camino ecuménico.
El patriarca Kirill de Moscú llega a Cuba para reunirse con el Papa
A su llegada a la isla caribeña, la máxima autoridad de la Iglesia Ortodoxa Rusa fue recibida por el presidente Raúl Castro
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, Raúl Castro Ruz, recibió este jueves en el aeropuerto internacional José Martí al patriarca Kirill de Moscú, con motivo de su primera visita pastoral a la isla caribeña como cabeza de la Iglesia Ortodoxa Rusa. A su llegada, Su Santidad Kirill fue saludado por el mandatario cubano y el embajador ruso Mikhail Kamynin, entre otras autoridades civiles y religiosas.
“Con un sentimiento muy cálido visito por cuarta vez el territorio de Cuba”, dijo el Primado ruso, quien también recordó que llega a la isla caribeña en una “visita de amistad” por invitación del propio Raúl Castro.
En su discurso en la misma pista de aterrizaje, el líder religioso ortodoxo destacó que “los pueblos de Rusia y Cuba están unidos por muchos años de relación, de colaboración y amistad”. “Tendré aquí la oportunidad, hablando con la gente, de transmitir los buenos deseos del pueblo ruso”, aseguró.
“Soy Patriarca no solamente de Moscú, sino de toda Rusia, de la Rusia histórica y por eso transmito los saludos de todos los pueblos de la Rusia histórica. Les deseo el bienestar al pueblo cubano y la alegría a cada uno de ustedes. Que Dios con su misericordia y con su amor esté con ustedes”, expresó. Tras el recibimiento, Su Santidad Kirill y el mandatario cubano sostuvieron un encuentro privado en uno de los salones del aeropuerto.
Como parte del programa de la visita, el Patriarca de Moscú se reunirá hoy con el papa Francisco en La Habana, durante una escala en su viaje hacia México. Ambos suscribirán una declaración conjunta, según informaron en un comunicado el Patriarcado y la Santa Sede.
Además, la máxima autoridad de Iglesia Ortodoxa Rusa hará una ofrenda floral ante el Monumento al Héroe Nacional José Martí y sostendrá un encuentro de cortesía con el presidente Castro en el Palacio de la Revolución, apuntó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
Mañana, está prevista la visita del Patriarca de Moscú al Mausoleo del Soldado Internacionalista Soviético, a la escuela especial Solidaridad con Panamá y su asistencia a un concierto en el teatro Martí de la capital. Como colofón, ese mismo día será condecorado con la Orden José Martí. Antes de su partida, el próximo domingo, oficiará una Divina Liturgia en la Catedral de Nuestra Señora de Kazán. La visita de la cabeza de la Iglesia Ortodoxa Rusa a Cuba es la primera parada de una gira por Latinoamérica que también le llevará a Paraguay y Brasil.
Misiones Salesianas: ‘En el mundo, más de 300 mil menores participan en guerras’
En el Día Internacional contra la Utilización de los Niños Soldado, la organización reclama una mayor protección para los menores víctimas de conflictos armados
En el Día Internacional contra la Utilización de los Niños Soldado, que se celebra este viernes, Misiones Salesianas ha realizado un llamamiento a los gobiernos y organismos internacionales para que “protejan de manera especial a los niños en los conflictos” y “persigan estas malas prácticas”. “Hoy seguimos hablando de más de 300 mil menores utilizados como soldados en los conflictos del planeta”, ha denunciado la organización.
Más de 50 grupos armados continúan reclutando niños para utilizarlos como soldados en conflictos armados y más de 230 millones de menores viven en zonas afectadas, sufriendo además situaciones de pobreza y especial vulnerabilidad, según la ONU, que advierte de que esa violación de los derechos humanos de los menores se sigue dando en 17 países y territorios.
Los niños que son reclutados por los grupos armados participan activamente en las hostilidades. También son utilizados como mensajeros, guardaespaldas, detectores de minas, cargadores, vigías, cocineros o como fabricantes de bombas. Las niñas, en su mayoría, son obligadas a contraer matrimonios forzados o a convertirse en esclavas sexuales.
“Siria, República Centroafricana, Yemen, Sudán del Sur, Somalia… son países en conflicto y en todos ellos los niños y niñas son obligados a participar en la guerra. Además, los menores se enfrentan a una nueva amenaza: los grupos islámicos radicales que secuestran a menores para utilizarlos como combatientes, como esclavos, como escudos humanos o para perpetrar atentados”, señalan los misioneros salesianos en un comunicado. “El lugar de los niños no es el frente sino el patio y la escuela”, recuerda su portavoz, Ana Muñoz.
Misiones Salesianas trabaja para que los menores más vulnerables se sientan protegidos, acogidos, reciban educación y puedan tener un futuro. Entre ellos, reciben especial apoyo los niños que han sido utilizados como soldados en conflictos. “Recuperar a estos chicos no es una tarea sencilla, pero hay que apostar por ellos. Hay que cambiar sus dinámicas y que conozcan otro lenguaje que no sea el de las armas y la violencia”, explica Muñoz.
En la Ciudad Don Bosco de Medellín se esfuerzan en recuperar a los niños y niñas que han estado en las guerrillas. “Mi fusil era mi mejor juguete y he tenido que aprender a jugar al balón”, relata Manuel, uno de los menores que consiguió entrar en los programas de desarme y hoy ha olvidado esos días difíciles.
También en República Centroafricana los misioneros salesianos han comenzado un programa de desarme de menores en el que participan alrededor de 100 niños y niñas excombatientes. “Están muy felices. Algunos dicen que la razón que les movía a entrar en los grupos armados era porque no sabían qué hacer en la vida y se veían obligados a tomar las armas. Otros que fueron manipulados y, a veces, obligados por los jefes locales. Todos se arrepienten y tienen la esperanza de poder convertirse en profesionales y buenos ciudadanos”, asegura Desiré Adjeckam, que se desvive en el Centro Don Bosco de Damala.
‘Lugares y rostros de la Misericordia en América Latina’
La Exposición de cuadros de la chilena Cecilia Ojeda de Ulriksen y del peruano Walter Rojas Gamarra se quedará en Roma
Con una misa celebrada este martes en Roma, en la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, concluyó el viaje en Italia de los artistas que realizaron la exposición titulada ‘Lugares y rostros de la misericordia en América Latina’ que se realizó en Roma, en el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum.
La exposición se realizó a finales de enero, en ocasión de la activación del master en ‘Historia de la Iglesia en América’ promovido por la facultad de Teología y la Universidad Francisco de Vitoria.
Las cuarenta pinturas al óleo que se quedarán en Roma, son de dos artistas contemporáneos que estuvieron presentes en la inauguración de la muestra.
La chilena Cecilia Ojeda de Ulriksen representó una serie de templos católicos del sur de Chile, construidos entre el siglo XIX e inicios del XX, principalmente de madera, materia prima abundante gracias a los bosques del sur del país. De estas iglesias, varias han sido declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Y el pintor peruano Walter Rojas Gamarra, que expuso una serie de imágenes de María y de los ‘ángeles arcabuceros’ realizadas siguiendo el estilo de la famosa escuela de pintura cuzqueña, aún viva en Perú, la cual fue influenciada por el arte de Flandes en la época de Carlos V.
La obra más importante de la señora Ojeda retrata a la iglesia Nuestra Señora de la Paz, una capilla construida por la Fuerza aérea de su país en la Antártida con ‘containters’, en donde se confunden el azul de la estructura con el del cielo y contrasta con el blanco de la nieve.
La pintó con el deseo de donarla al papa Francisco, lo que pudo hacer al entregarla al Santo Padre el 20 de enero pasado al concluir la audiencia general, por lo que la señora Ojeda expresó gran satisfacción.
A la exposición realizada en la Universidad Europea de Roma, asistieron diversas personalidades, entre las cuales la embajadora de Chile ante la Santa Sede, Mónica Jimenez De La Jara y la embajadora de Perú ante la Santa Sede, María Elvira Velázquez Rivas-Plata.
Beato Jordán de Sajonia – 13 de febrero
«Tras las huellas de santo Domingo de Guzmán, al que sucedió como maestro general de la Orden, este apóstol infatigable que evangelizó dentro y fuera de Europa, es considerado patrón de la obra de las vocaciones dominicanas»
Sería un error subestimar el juicio de las gentes sencillas cuando aclaman espontáneamente a una persona que refleja con su vida el Evangelio. El sentimiento popular no hace más que colocar en el candelero las virtudes que ratifican la autenticidad de una entrega, esa que en numerosas ocasiones ha tenido en cuenta la Iglesia para encumbrar a los altares a los que el pueblo había canonizado previamente en su corazón. El olfato espiritual de los testigos contemporáneos de Jordán, que le hicieron acreedor de su veneración, era formidable. No hay más que examinar sus escritos para constatar su finura y sagacidad, la profundidad y capacidad de penetración mística que destilan. Gran parte de su existencia aparece ligada a la de santo Domingo, a quien sucedió como maestro general de la Orden. Pero este insigne teólogo alemán, como todos los que han dado respuesta a la llamada de Cristo, tuvo su particular trayectoria en el camino de la perfección. ¿Cómo llegó a la vida religiosa?, ¿qué factores influyeron en su decisión? Partía con multitud de prebendas humanas, pero tenía que conquistar el único tesoro: a Dios.
Había nacido en el castillo de Burgberg, Westfalia, hacia el año 1176, propiedad de su ilustre familia, los condes de Eberstein. Trasladado a París para cursar estudios cuando tenía alrededor de 30 años, el patrimonio vital y espiritual que llevaba consigo: «inteligencia viva, noble voluntad, corazón generoso y siempre dispuesto a la ayuda» fue significativo no solo en el camino que habría de tomar sino en sus estudios que le llevaron a convertirse en un afamado maestro en artes y bachiller en teología el año 1219. Justamente ese año, el fundador de los dominicos predicaba en el convento Saint-Jacques de París. Jordán pudo conversar con él en dos significativas ocasiones. Fue un momento propicio para su vida, absolutamente providencial, ya que su corazón andaba inquieto buscando la vía espiritual que debía seguir.
Dios escuchó sus súplicas y anhelos, y le respondió a través de Domingo que le explicó las características del carisma dominicano. Quedó seducido por sus palabras, y manifestó su deseo de ordenarse diácono. El fundador lo acogió con prudencia y respeto, cuidando con verdadero mimo esta pujante vocación. El paso definitivo del beato en su compromiso fue la prédica de Reinaldo de Orleáns en 1220, tras la cual ingresó en los dominicos abrazándose al ideal de pobreza y estudio del que se había enamorado. A partir de ese momento ya se le identifica en el capítulo general de la Orden, que tuvo lugar en Bolonia ese mismo año, dos meses más tarde de haber tomado el hábito. Allí le encomendaron la docencia de Sagradas Escrituras en París. Al año siguiente le responsabilizaron de la provincia de Lombardía. Es obvio que veían en él a un hombre íntegro, formado, piadoso, con rasgos dignos de confianza y signos de esperanza para el futuro de la fundación. Y de hecho, en 1222, tras la muerte de Domingo acaecida en agosto de 1221, pusieron bajo sus hombros la bellísima, y a la par delicada misión, de seguir los pasos del fundador manteniendo vivo su carisma como maestro general de la Orden.
Mientras se hallaba en Bolonia, ciudad en la que fundó el convento de santa Inés el año 1223, había instituido el rezo de la Salve Regina efectuado después de la oración de completas, que más tarde se haría extensivo a toda la Iglesia. La elección que había recaído sobre él fue ciertamente inspirada, porque con su fidelidad y amor al fundador dirigió la Orden «con sabiduría, equilibro y sagacidad poco comunes». La vivencia de la caridad, la alegría, la humildad, el amor al estudio, la unidad y colegialidad fueron algunos de sus rasgos característicos. Era un celoso defensor del Evangelio, apóstol infatigable que viajó incesantemente dentro y fuera de Europa. Los frutos de su apostolado se cuentan por un millar de vocaciones, muchas de ellas surgidas entre personas bien preparadas intelectualmente. Entre otros, se señala a san Alberto Magno. Es el primer biógrafo de santo Domingo de Guzmán, y promotor de su canonización. Es autor del Libellus, crónica sobre el origen de la Orden, de las Constituciones, de numerosas cartas, sermones y escritos de carácter doctrinal, además de comentarios al Apocalipsis y otros de carácter filosófico-teólogico; todo ello sin contar las obras que se perdieron. Fue un experto en el evangelio de san Lucas. Gregorio IX lo tuvo entre sus dilectos consejeros.
Mantuvo una importante correspondencia epistolar con religiosas de distintas órdenes. Es significativa la que dirigió a santa Inés de Bolonia, a santa Lutgarda de Aywières y a Diana de Andaló. Estas dos últimas fueron dirigidas por él. En una de sus cartas a Diana decía: «Quienes deseamos llegar a la inmortalidad futura, hemos de conformarnos de algún modo, ya en el presente, con aquella vida venidera, poner nuestros corazones en el poder de Dios y trabajar según nuestras posibilidades para afianzar en el Señor toda nuestra esperanza. De este modo imitaremos en lo posible a Dios en su estabilidad y quietud. Él es un refugio seguro que nunca falla y siempre permanece…». El Padre le llamó junto a sí al regreso de uno de sus múltiples viajes apostólicos. Justamente procedía de Tierra Santa, y se encaminaba a visitar a la comunidad de Nápoles, cuando el barco que lo traía naufragó en las costas de Siria frente a Ptolemaida (San Juan de Acre, actual Akko). Era el 13 de febrero de 1237. Junto a su vida, además de perderse la de 99 personas, murieron también otros dos frailes que le acompañaban. Sus restos, rescatados del mar, fueron enterrados en esa ciudad, siendo objeto de culto de forma inmediata, culto confirmado por el papa León XII el 10 de mayo de 1826. Desde 1955 es el patrón de la obra de las vocaciones dominicanas, determinado así por el capítulo general celebrado ese año.