(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Católicos y metodistas tienen mucho que aprender los unos de los otros sobre cómo entender la santidad y sobre cómo tratar de vivirla. Todos debemos hacer lo posible para que los miembros de nuestras respectivas parroquias se encuentren regularmente, se conozcan a través de intercambios estimulantes y se animen unos a otros a buscar al Señor y su gracia. Este es ha sido el consejo que ha realizado el papa Francisco en su encuentro con los miembros de una delegación del consejo metodista mundial esta mañana en el Vaticano.
Asimismo, el Santo Padre ha asegurado en su discurso que “católicos y metodistas están llamados a comprometerse juntos para testimoniar concretamente, en muchos campos, su amor por Cristo”, ha explicado. De hecho, ha asegurado el Papa, cuando servimos juntos a quien tiene necesidad, nuestra comunión crece.
El Pontífice ha aseverado que en el mundo de hoy, herido por muchos males, es más necesario que nunca dar juntos testimonio como cristianos con renovada energía la luz de la Pascua, convirtiéndonos en signo del amor de Dios, victorioso en la Resurrección de Jesús.
Nos encontramos –ha asegurado– unidos en la fe que Jesús es el Señor y que Dios lo ha resucitado de los muertos; esta fe bautismal nos hace realmente hermanos y hermanas.
El Santo Padre ha asegurado haber acogido con placer la noticia de la apertura de la Oficina Ecuménica Metodista en Roma. “Este es un signo del intensificarse de nuestras relaciones, y en particular de nuestro común deseo de superar los obstáculos que nos impiden entrar en una plena comunión”, ha observado el Pontífice. Por eso ha asegurado su oración para que “el Señor bendiga el trabajo de esta Oficina”. Para que pueda –ha añadido– convertirse en lugar de encuentro proficuo entre metodistas y católicos, para que podamos apreciar cada vez más la fe, los unos de los otros, sean grupos de peregrinos, personas que se preparan al ministerio o responsables de sus comunidades; y pueda convertirse también en lugar en el que el progreso realizado de nuestro diálogo teológico sea divulgado, celebrados y llevados adelante.
Tal y como ha recordado el Santo Padre durante su discurso, han pasado casi cincuenta años desde que la comisión conjunta teológica comenzó sus trabajos. Más allá de las diferencias que permanecen –ha advertido– el nuestro es un diálogo que, basado en el respeto y la fraternidad, enriquece ambas comunidades. Al respecto, ha asegurado que un ejemplo claro de ello es el documento en fase de preparación, que debería ser publicado antes de final de año.
Por otro lado, ha advertido de que también donde permanecen diferencias entre nuestras comunidades, pueden y deben convertirse en estímulo para la reflexión y el diálogo.
Que esta nueva declaración común –ha deseado el Santo Padre– pueda ser de aliento a metodistas y católicos para ayudarse los unos a los otros en la vida de oración y en la devoción. Asimismo ha observado que aún no pensamos de la misma forma en todas las cosas, y que sobre las cuestiones relativas a los ministerios ordinarios y a la ética queda mucho trabajo por hacer. Pero, ha añadido que ninguna de estas diferencias representa un obstáculo que pueda impedirnos amar de la misma forma y dar testimonio común delante del mundo.
El Papa a los metodistas: Si servimos juntos al necesitado nuestra comunión crece
En Santo Padre asegura que las diferencias entre católicos y metodistas deben ser un estímulo para la reflexión y el diálogo. Y anuncia un documento para final de año