El cardenal Theodore McCarrick, arzobispo de Washington y presidente de la Comisión de la Conferencia de Obispos Católicos para Política Interior, ha afirmado en una declaración pública que esta decisión «pone de manifiesto una vez más los problemas fundamentales que plantea el recurso a la pena de muerte».
Ryan detuvo las ejecuciones del estado después de que las cortes se dieron cuenta de que 13 condenados a pena de muerte habían sido declarados culpables erróneamente desde que Illinois retomó la pena capital en 1977.
«Rezamos para que esta decisión valiente lleve a un nuevo diálogo nacional sobre cómo el uso de la pena de muerte nos rebaja a todos nosotros», sigue diciendo el cardenal. «Rezamos también por todas las familias que han tenido que soportar pérdidas de seres queridos y pena. Rezamos además para que esta acción acerque a nuestra nación al día en que no tratemos de defender la vida acabando con la vida, superar la violencia con más violencia».
