(ZENIT Noticias / Nueva York, 18.10.2024).- En vísperas de la cena de Al Smith, un evento benéfico anual organizado para apoyar las causas católicas en Nueva York, el expresidente y candidato republicano para 2024 Donald Trump habló brevemente con EWTN fuera del lugar. La entrevista, aunque breve, abordó cuestiones clave, incluida su postura sobre la fe, la importancia de la libertad religiosa y la dirección del Partido Demócrata. El evento estuvo marcado por la notable ausencia de la vicepresidenta Kamala Harris, quien decidió no asistir.
Cuando se le preguntó sobre los recientes comentarios del Papa Francisco instando a los católicos a votar por el «mal menor», Trump afirmó con confianza que él es el candidato más alineado con los valores católicos. «Quiere que voten por mí», declaró Trump. «Defiendo todo lo que representa la Iglesia. ¿Kamala Harris? Ella es todo lo contrario. Es marxista, como su padre, y los marxistas no son grandes fanáticos de la religión, de ninguna religión». Trump enfatizó que su plataforma apoya firmemente la fe y la libertad religiosa, contrastándola con lo que describió como la deriva del Partido Demócrata hacia el izquierdismo radical.
Imágenes católicas y fe personal
La afinidad de Trump por el simbolismo religioso se ha vuelto más pronunciada en los últimos meses, especialmente en las redes sociales, donde comparte con frecuencia imágenes de la Virgen María y publica oraciones. Cuando el periodista de EWTN lo presionó sobre el significado de estas publicaciones, Trump habló con franqueza sobre su admiración por las imágenes católicas. «Para mí es simplemente hermoso», dijo. «Las palabras, las imágenes, son tan hermosas. He compartido algunas cosas porque significan mucho para mí. Son realmente hermosas».
Para Trump, la cena de Al Smith ofreció una oportunidad de consolidar aún más su relación con los votantes católicos, un grupo demográfico al que espera ganar en las elecciones de 2024. «Estoy aquí para honrar a la Iglesia Católica», dijo, enfatizando su apoyo de larga data a la fe. “Me alegra que los católicos voten por Trump ahora”, agregó, proyectando con confianza que los seguidores de la Iglesia lo respaldarían a él en lugar de a Harris.
Equilibrar la libertad religiosa y la política del aborto
Durante la entrevista, Trump reafirmó su compromiso con la libertad religiosa, una posición que ha mantenido desde el comienzo de su carrera política. “La libertad religiosa es algo que he defendido desde el principio, y no lo cambiaría por nada”, afirmó. El tema sigue siendo una piedra angular de su campaña, ya que busca presentarse como el defensor de los valores tradicionales y la libertad de culto.
Sin embargo, la discusión rápidamente se desplazó hacia el aborto, un tema que ha visto evolucionar a Trump a lo largo de los años. Si bien su mandato anterior en el cargo estuvo marcado por una postura firme a favor de la vida, la posición actual de Trump incluye un enfoque más matizado. Apoya las excepciones para los casos que involucran la vida de la madre, la violación y el incesto, posiciones que han provocado reacciones encontradas dentro de la comunidad pro vida. Sin embargo, Trump expresó orgullo por el papel que desempeñó su administración al revocar el fallo Roe v. Wade, una decisión histórica que restringió significativamente el acceso al aborto en todo Estados Unidos.
En el controvertido tema de la fertilización in vitro (FIV), Trump se mantuvo firme en su apoyo, a pesar de las críticas de algunos sectores religiosos, incluida la cadena EWTN. El expresidente defendió la FIV como una opción vital para las familias que luchan por la fertilidad. “Estoy orgulloso de la postura que he adoptado”, dijo, posicionándose como un líder pragmático que respeta tanto la ciencia como la vida.
Una elección divisiva y el futuro de la fe en la política
Los comentarios de Trump llegan en un momento en que la fe y la política están cada vez más entrelazadas en la conversación nacional. Su enfoque de la religión, en particular su aceptación de los valores católicos, establece un claro contraste con Kamala Harris, a quien retrató como una amenaza para las creencias tradicionales. Al enmarcar la elección de 2024 como una elección entre el radicalismo y la libertad religiosa, Trump está haciendo un llamamiento directo a los votantes religiosos, con la esperanza de reunirlos a su lado.
A medida que se intensifica la carrera por la Casa Blanca, la estrategia de Trump es clara: pretende posicionarse como defensor de los valores religiosos y presentar a sus oponentes como opositores de la fe. Queda por ver si este mensaje tendrá eco entre los votantes católicos, pero una cosa es segura: Trump está apostando fuertemente al poder de la fe para determinar el resultado de las elecciones.
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