(zenit – 22 marzo 2020).- El Papa Francisco invita a los cristianos a unirse a él, por video, el 27 de marzo de 2020, a las 18 horas en Roma, cuando presidirá un tiempo de oración que concluirá con la bendición de Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo).
Será un gesto excepcional en tiempos de pandemia, ya que esta bendición particular, que confiere indulgencia plenaria, se da tradicionalmente en Navidad y Pascua, así como en la elección de un nuevo Papa.
Transmisión en vivo
Este tiempo de oración –que será transmitido en vivo en Vatican Media y en la página de Facebook de zenit, tendrá lugar en la explanada de la Basílica de San Pedro “vacía”, anunció el Papa durante la oración del Ángelus este 22 de marzo, filmado desde la biblioteca del Palacio Apostólico. No se espera ningún participante en el acto, ya que Italia y muchos otros países han declarado la contención para luchar contra el Coronavirus Covid-19.
“Invito a todos a participar espiritualmente a través de los medios de comunicación, continuó el Papa. Escucharemos la Palabra de Dios, elevaremos nuestra súplica, adoraremos al Santísimo Sacramento, con el que daré al final la bendición Urbi et Orbi”. A esto se agregará “la posibilidad de recibir la indulgencia plenaria”.
“Queremos responder a la pandemia del virus con la universalidad de la oración, de la compasión, de la ternura, dijo. Mantengámonos unidos. Hagamos sentir nuestra cercanía a las personas solas y a los más probados”.
Ordinariamente, la bendición Urbi et Orbi confiere la indulgencia plenaria en las condiciones habituales establecidas por la Iglesia (confesión, comunión y oración por las intenciones del Papa). En la situación actual, especifica el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, todos los que se unan espiritualmente en este momento de oración por los medios recibirán la indulgencia plenaria de acuerdo con las condiciones publicadas por la Penitenciaría Apostólica el día anterior.
Indulgencia plenaria
En un decreto, dispone que la indulgencia plenaria se otorgara “a los fieles afectados por el Coronavirus” en cuarentena en los hospitales o en sus hogares, así como a los cuidadores, familiares y aquellos que ayudan a los enfermos exponiéndose a riesgo de contaminación.
Del mismo modo, “a los fieles que ofrecen la visita al Santísimo Sacramento, o la adoración eucarística o la lectura de la Biblia durante al menos media hora, o el rezo del rosario, o el Via Crucis, o el rezo del Rosario de la Divina Misericordia, para implorarle a Dios Todopoderoso el fin de la epidemia, el alivio para los afectados por ella y la salvación eterna de aquellos a quienes el Señor le ha llamado”.
Las condiciones de la indulgencia son la unión espiritual en la misa, el rosario, las Estaciones del Viacrucis u otras devociones gracias a los medios de comunicación, o al menos la oración del Credo, del Padre Nuestro y una invocación a la Virgen María, “al ofrecer esta prueba en un espíritu de fe en Dios y de caridad hacia los hermanos, con la voluntad de lograr las condiciones habituales lo antes posible”.