El presbítero Darwin Zambrano

El presbítero Darwin Zambrano (Foto de la diócesis San Cristóbal)

Un sacerdote es asesinado en Venezuela

El cuerpo sin vida de Darwin Antonio Zambrano Gámez presenta señales de violencia y heridas de arma blanca

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(ZENIT – Roma).- La diócesis de San Cristóbal en Venezuela llora la muerte de uno de sus sacerdotes, el presbítero Darwin Antonio Zambrano Gámez. Según ha informado la diócesis sus restos fueron encontrados el 31 de marzo en un parque de la ciudad de San Cristóbal, la mañana después de su asesinato.
El cuerpo del sacerdote mostraba señales de violencia y con heridas de arma blanca. Todavía “se desconocen los motivos por los cuales habría sido asesinado”, indican. Asimismo, la diócesis explica que las autoridades competentes están realizando las investigaciones del caso.
Por su parte, tanto el obispo, como los familiares y el presbiterio de la diócesis “esperan que las mismas investigaciones logren aclarar lo ocurrido y se pueda conseguir los responsables de este crimen para ser llevados a la justicia”.
Desde la diócesis también ha asegurado que “los órganos de justicia deben dar los pasos respectivos para conseguir a los culpables y castigarlos según el ordenamiento jurídico vigente en el país”. Sin embargo, imploran “a Dios toque el corazón de los delincuentes y obre en su misericordia la conversión y el perdón por este horrendo pecado”.
El presbítero Darwin Zambrano Gámez, nació el 24 de octubre de 1977 y recibió la ordenación el 05 de julio del año 2010 en la parroquia San Agatón de Palmira. Actualmente estaba como vicario en la parroquia de San José de Bolívar y “se distinguió por su espíritu de servicio, buen sentido del humor y continua alegría”. Las exequias se realizarán en el Cementerio Municipal de San Cristóbal y la misa exequial será en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de la Ermita el sábado 2 de abril a las nueve de la mañana.
Precisamente en el mensaje Urbi et Orbi del Santo Padre el domingo de Pascua, mencionó la difícil situación que vive esta nación. Recordando que “Dios ha vencido el egoísmo y la muerte con las armas del amor; su Hijo, Jesús, es la puerta de la misericordia, abierta de par en par para todos”, el Pontífice pidió que el mensaje pascual “se proyecte cada vez más sobre el pueblo venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive”, así como “sobre los que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común, buscando formas de diálogo y colaboración entre todos”. Finalmente, el Santo Padre invitó a “que se promueva en todo lugar la cultura del encuentro, la justicia y el respeto recíproco, lo único que puede asegurar el bienestar espiritual y material de los ciudadanos”.

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ZENIT Staff

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