CIUDAD DEL VATICANO/SAINT BERNARD, martes, 21 marzo 2006 (ZENIT.org).- Al mes del alud que engulló la aldea de Guinsaugon en la isla filipina de Leyte, «Caritas Internationalis» (CI) ya actúa para la reconstrucción de los hogares de los damnificados, para la cual pide ayuda por valor de 600 mil dólares estadounidenses aproximadamente.
El 17 de febrero Guinsaugon –cerca de la ciudad de Saint Bernard– quedó sepultada, y otras poblaciones sufrieron graves daños, por un gigantesco desprendimiento –el derrumbe parcial de una montaña contigua— que cubrió de fango la isla y cientos de edificios.
En algunas zonas el alud alcanzó una profundidad de 30 metros. Por lo general, la capa era de unos diez metros de espesor.
Esos días el mundo siguió conmocionado la labor de rescate de la escuela elemental, también sepultada, en cuyo interior quedaron enterrados vivos más de 200 niños y 40 maestros,
El mismo día de la tragedia Benedicto XVI hizo llegar su mensaje de dolor y solidaridad a esa población filipina. Igualmente fue inmediata la respuesta de ayuda de CI.
La confederación católica estima –en un comunicado difundido el viernes desde Ciudad del Vaticano— que más de mil personas murieron, incluyendo todos los escolares y maestros de la escuala local, bajo el alud de piedras, fango y escombros. Los supervivientes de la tragedia fueron poquísimos.
«Caritas Filipinas» colaboró con representantes gubernamentales y otras organizaciones a fin de distribuir ayuda inmediata a los damnificados: alimentos, mantas, agua y otros artículos. Se hizo llegar a miles de personas que fueron alojadas en las iglesias locales y centros de evacuación de las aldeas cercanas.
La mayor parte de la ayuda de emergencia que fue distribuida por «Caritas Filipinas» (NASSA) procedía de donantes locales, explica CI.
NASSA trabaja actualmente para que quienes se quedaron sin hogar puedan volver a viviendas permanentes.
De ahí que las organizaciones locales de «Caritas» pidan a las autoridades que encuentren un lugar seguro y adecuado para construir nuevas casas.
Y es que NASSA piensa construir 150 viviendas pareadas; así podría dar techo al menos a 300 de las 2.000 familias que están viviendo en alojamientos provisionales.
Las obras empezarán en cuanto se designe el lugar apropiado, confirma CI.
De la petición inicial de un millón de dólares, ya se han recibido unos 400 mil.
A través de CI, NASSA expresa su agradecimiento a las organizaciones locales de «Caritas Filipinas», «Catholic Relief Services», «Caritas Hong Kong» y «Development and Peace» (Canadá) por sus aportaciones.
«Caritas Internationalis» (www.caritas.org) es una confederación de 162 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social, presente en más de 200 países y territorios.
