Colecta por Tierra Santa: “Salvaguardia de la presencia cristiana”

Viernes Santo, 10 de abril

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(zenit – 4 marzo 2020).- El Viernes Santo, 10 de abril de 2020, se llevará a cabo la Colecta pro Terra Sancta, una campaña impulsada por la Iglesia “por la salvaguardia de la presencia cristiana” en los Santos Lugares y “por dar voz a quien no la tiene” en los países de Oriente Medio.

El cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, ha presentado la campaña esta 4 de marzo de 2020, y ha detallado cuales fueron las cifras de la campaña en el año 2019: Un total de 8.279.209,64 dólares fueron donados por los católicos de todo el mundo.

Los territorios que se benefician de diferentes formas gracias a la ayuda procedente de la Colecta son: Jerusalén, Palestina, Israel, Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopía, Eritrea, Turquía, Irán e Irak.

Oriente Medio: “Inestabilidad y tensión”

Dada la “inestabilidad y tensión” vividas en Oriente Medio, la Congregación Vaticana se sirvió el año pasado de 1.920.100 dólares para atender diferentes necesidades de las personas que no tienen comida, los que no tienen atención médica, los que no tienen escuela, los huérfanos, los heridos y las viudas.

La Congregación “presta especial atención” a las necesidades de estas personas y lleva a cabo las obras de reestructuración a través de las diócesis orientales y latinas del lugar, también solicitando la colaboración de los organismos católicos en los países mencionados.

“Garantizar los medios necesarios para una vida digna a los que regresan a Irak y a Siria y a los refugiados en países vecinos como el Líbano y Jordania requiere la colaboración de todas las personas de buena voluntad”, explica el prefecto Leonardo Sandri en su carta, escrita el Miércoles de Ceniza, 26 de febrero de 2020. Además, también se fomenta la actividad cultural, espiritual y psicológica que de alguna manera acerca a las personas, a pesar de las diferencias religiosas y étnicas, señalan.

Además de la formación académica, espiritual y humana de los seminaristas y sacerdotes de las Iglesias bajo la jurisdicción de la Congregación para las Iglesias Orientales, para lo que se destinaron 3.276.252 dólares, se utilizaron 3.040.000 dólares para actividades escolares, coordinadas por la diócesis patriarcal de Jerusalén, la Custodia Franciscana, las Iglesias Orientales de Tierra Santa y los Institutos Religiosos.

Acto de restitución

La Iglesia –como recuerda San Pablo–, en el momento en que se empeña en expresar su solidaridad, también económica, con Jerusalén, “cumple un acto de restitución”: de Jerusalén, en efecto, toda la Iglesia ha recibido el don y la alegría del Evangelio y de la salvación, y es la “conciencia del don recibido” la que “mueve de nuevo a dar con alegría y generosidad”, explica.

La Iglesia, como recuerda monseñor Sandri, sigue trabajando “por la salvaguardia de la presencia cristiana” y “por dar voz a quien no la tiene”. Lo hace, ciertamente, en el “campo pastoral y litúrgico”, que es fundamental para la vida de nuestras pequeñas comunidades, matiza el representante vaticano.

Pero continúa también, en modo serio, en su empeño por garantizar una educación de calidad a través de las escuelas, que son” fundamentales para conservar la identidad cristiana y para construir una convivencia fraterna”, especialmente con los musulmanes, según las indicaciones contenidas en la “Declaración de Abu Dabi”.

“Gracias a la generosidad de los fieles de todo el mundo”, señala Sandri, la Iglesia “continúa poniendo una casa a disposición de los jóvenes que quieren formar una nueva familia y continúa creando oportunidades de trabajo”, sigue dando “una ayuda material concreta” allí donde se presentan formas de pobreza endémica, o bien, necesidades sanitarias y emergencias humanitarias unidas a los flujos de refugiados y de trabajadores migrantes extranjeros.

Por voluntad de los papas

La “Colecta para Tierra Santa” nace de la voluntad de los papas de “mantener fuerte el vínculo entre todos los cristianos del mundo y los Santos Lugares”, ”, recuerda el cardenal Sandri. Tradicionalmente efectuada el Viernes Santo, es la “principal fuente de sustento de la vida que se desarrolla alrededor de los Santos Lugares”.

También es el instrumento que la Iglesia ha dado “para estar al lado de las comunidades eclesiales de Oriente Medio”, señala el prefecto para las Iglesias Orientales.

Con respecto al cuidado de los santuarios, resultaría imposible sin la Colecta pro Terra Sancta, es de “fundamental importancia”, tanto porque estos son el “lugar material que conserva la memoria de la divina revelación, del misterio de la encarnación y de nuestra redención”, como también porque “en esos lugares la comunidad cristiana local encuentra los fundamentos de su propia identidad”.

“En torno a los santuarios y gracias a su presencia, encuentran un trabajo digno muchos de los fieles cristianos dedicados a acoger a los millones de peregrinos que en estos últimos años llegan, cada vez más numerosos, para visitar los Santos Lugares”, añade Sandri.

Custodia franciscana

La Custodia Franciscana a través de la Colecta puede sostener y proseguir la importante misión a la que está llamada: “custodiar los Santos Lugares, las piedras de la memoria, y fomentar la presencia cristiana, las piedras vivas de la Tierra Santa, a través de numerosas actividades de solidaridad, como el mantenimiento de las estructuras pastorales, educativas, asistenciales, sanitarias y sociales”, detalla la Santa Sede.

Por regla general, la Custodia de Tierra Santa recibe el 65% de la Colecta, mientras que el 35% restante va a la Congregación para las Iglesias Orientales, que lo utiliza para la formación de los candidatos al sacerdocio, el sustento del clero, la actividad escolástica, la formación cultural y las subvenciones a las diversas circunscripciones eclesiásticas de Oriente Medio.

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Rosa Die Alcolea

Profesional con 7 años de experiencia laboral en informar sobre la vida de la Iglesia y en comunicación institucional de la Iglesia en España, además de trabajar como crítica de cine y crítica musical como colaboradora en distintos medios de comunicación. Nació en Córdoba, el 22 de octubre de 1986. Doble licenciatura en Periodismo y Comunicación Audiovisual en Universidad CEU San Pablo, Madrid (2005-2011). Ha trabajado como periodista en el Arzobispado de Granada de 2010 a 2017, en diferentes ámbitos: redacción de noticias, atención a medios de comunicación, edición de fotografía y vídeo, producción y locución de 2 programas de radio semanales en COPE Granada, maquetación y edición de la revista digital ‘Fiesta’. Anteriormente, ha trabajado en COPE Córdoba y ABC Córdoba.

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