¿Cómo dar sentido al dolor? Un capellán estadounidense de hospital responde

El padre Vincent Nagle comparte su experiencia pastoral en Rímini (Italia)

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RÍMINI, martes, 24 agosto 2004 (ZENIT.org).- «Cuando el dolor es ofrecido por Dios no es obstáculo para la alegría», constató el lunes un capellán de hospital, el padre Vincent Nagle, ante los participantes del «Meeting por la amistad entre los pueblos» anual que promueve esta semana el movimiento eclesial Comunión y Liberación (CL) en la localidad italiana de Rímini.

El sacerdote estadounidense, que desarrolla su labor en el «Sturdy Memorial Hospital» de Boston, compartió su experiencia pastoral en la presentación del libro «Sulle frontiere dell’umano. Un prete tra i malati» («En las fronteras de lo humano. Un sacerdote entre los enfermos») –Ediciones Rubettino–, en el que el periodista y escritor Emilio Bonicelli entrevista al capellán.

El padre Nagle explicó que «lo que resulta menos comprensible al hombre es el dolor inocente», como el de «un hombre encarcelado injustamente a causa de las acusaciones infundadas de su hermano».

De su convivencia diaria con el dolor, la enfermedad y la muerte, reconoció que «el hombre no quiere el sufrimiento, y si lo acepta es sólo en nombre de algo nuevo que provenga de fuera de sí mismo».

«Que un inocente sufra por otro es algo que me convence –admitió el padre Nagle—, porque es la razón de Cristo».

Es por ello que «cuando el dolor es ofrecido por Dios no es obstáculo para la alegría, es más, es rescatado: el ofrecimiento de hecho es descubrir la utilidad de adherirse a lo que está ocurriendo», reveló.

Profundizando en este punto, el padre Nagle aludió a «Jesús, quien pudiendo hacer todo, realizó cuanto el Padre pedía, escandalizando a todos por la aparente inutilidad de aquel gesto: en el ofrecimiento todo se convierte en útil» .

«Además, si también como enfermo se puede encontrar la felicidad de la vida, entonces la enfermedad no representa la última palabra sobre el hombre», afirmó el capellán estadounidense.

De padres sindicalistas de Los Ángeles (EE. UU.) –un católico poco practicante y una judía atea— con ocho hijos, Vincent Nagle no tenía claro su camino, a pesar de contar con estudios universitarios en San Francisco y Berkeley y haber pasado cinco años en Marruecos, Arabia Saudita y Egipto.

Fue a los 40 años de edad cuando se trasladó a Italia y conoció a don Luigi Giussani, fundador de «Comunión y Liberación». Habiendo considerado ya el sacerdocio, el encuentro con la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo (www.fscb.org) –nacida en 1985 en el seno de CL– le reveló que se puede ser sacerdote con plenitud de gozo.

Tras seis años de estudio en la Universidad de Santo Tomás y en el Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos, fue ordenado sacerdote en 1992.

Al introducir el libro de Nagle, Bonicelli reconoció el impacto que le produjo la certeza con la que el capellán se hace compañero del enfermo, con el espíritu de quien sabe que «el hombre que sufre es Cristo presente».

La 25ª edición del «Meeting por la amistad entre los pueblos» se celebra del 22 al 28 de agosto. Más información en www.meetingrimini.org.

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ZENIT Staff

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