Cómo mejorar nuestra predicación sagrada

Columna del padre Antonio Rivero LC

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PREDICACIÓN DE EJERCICIOS ESPIRITUALES IGNACIANOS (4)

Continuemos explicando la predicación de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Hasta ahora vimos lo que son y su finalidad, el modo de hacerlos y la duración, y cómo vivirlos (1). Repasamos también los temas que deben darse en la primera y la segunda semana (2, 3). Hoy veremos los temas de la tercera semana de Ejercicios Espirituales.

TEMAS DE LA TERCERA SEMANA

San Ignacio de Loyola abre esta tercera semana con las meditaciones sobre la Pasión y muerte de Cristo para reconciliarnos con su Padre y ofrecernos la salvación. ¿Objetivo? Contemplar a Cristo paciente y sufriente que va a la pasión y a la cruz por nuestros pecados, para que sintamos dolor, sentimiento de tristeza y confusión porque lastimamos y ofendimos a Cristo nuestro Señor; y al mismo tiempo, sintamos gratitud porque con su sangre nos redimió de la muerte eterna. Y de esta contemplación saquemos el propósito de dejar el pecado en nuestra vida, única causa de tanto sufrimiento y pena de Cristo, y de llevar una vida santa.

Se toman los textos de los evangelios de la Pasión y Muerte de Cristo, y también aquí se proponen contemplaciones: ver los personajes de la Pasión, oír lo que dicen y cómo reaccionan, meterse en la escena y dejarse interpelar por el mensaje que Cristo nos quiere dar en esa meditación-contemplación; que esta semana será el penar con Cristo apenado, sufrir con Cristo sufriente, llorar con Cristo lloroso, para que esto provoque en nuestra voluntad la decisión de dejar el pecado en nuestra vida, conocer más a Cristo, amarlo con más intimidad e imitar sus virtudes, sobre todo la entrega total a Dios y la capacidad de sufrimiento a ejemplo de Cristo.

Al predicador en esta semana se le recomienda lo siguiente: predicar con mucha unción, sentimiento y emoción, repasando los sufrimientos físicos, morales y espirituales de Cristo, desde la Última Cena hasta el Calvario; sufrimientos causados por todos nosotros, y al mismo tiempo, deberá presentar a ese Cristo obediente y fiel al plan del Padre celestial y lleno de amor a cada uno de los hombres. El predicador debería terminar cada contemplación con esa pregunta: “Si todo esto hizo y padeció Jesús por mí, ¿qué debo hacer y padecer por Él, asociándome al Señor en su obra de salvación?”. En los coloquios de la tercera semana, el ejercitante debe dejar plena libertad a la acción del Espíritu Santo y a sus mociones internas. Debe detenerse en los momentos en que sienta mayor consolación, porque ahí la acción de Dios es más intensa. Esa elección libre y madura que el ejercitante tuvo que hacer en la segunda semana, optando por Cristo y su bandera, ahora en esta tercera semana encuentra la fuerza de Cristo Redentor para reafirmar su decisión por Él, porque la sangre bendita del Salvador no ha sido vana y estéril en el alma del ejercitante.

La próxima vez veremos los temas de la cuarta y última semana de los Ejercicios Espirituales. 

El anterior artículo de esta serie, y las referencias de los precedentes, están en: 

http://www.zenit.org/es/articles/como-mejorar-nuestra-predicacion-sagrada–13.

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Antonio Rivero

El padre Antonio Rivero nació en Ávila (España) en 1956. Entró a la congregación de los Legionarios de Cristo en 1968 en Santander (España). Se ordenó de sacerdote en Roma en la Navidad de 1986. Es licenciado en Humanidades Clásicas en Salamanca, en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma y en Teología por la Universidad de santo Tomás también en Roma. Es doctor en Teología Espiritual por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum (Roma) donde defendió su tesis el 16 abril del año 2013 sobre la dirección espiritual en san Juan de Ávila, obteniendo “Summa cum laude”. Realizó su ministerio sacerdotal como formador y profesor de Humanidades clásicas en el seminario en México y España. Fue vicario parroquial en la ciudad de Buenos Aires durante doce años. Durante diez años fue director espiritual y profesor de teología y oratoria en el Seminario María Mater Ecclesiae en são Paulo (Brasil), formando futuros sacerdotes diocesanos. Actualmente es profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y ayuda en el Centro Logos, en la formación de sacerdotes y seminaristas diocesanos. Ha dedicado y dedica también parte de su ministerio sacerdotal a los Medios de Comunicación Social. Ha publicado catorce libros: Jesucristo, Historia de la Iglesia, Los diez mandamientos, Breve catequesis y compendio de liturgia, El tesoro de la Eucaristía, El arte de la predicación sagrada, La Santísima Virgen, Creo en la Vida eterna, Curso de Biblia para laicos, Personajes de la Pasión, G.P.S (Guía Para Santidad, síntesis de espiritualidad católica), Comentario a la liturgia dominical ciclo A, Comentario a la liturgia dominical ciclo B, Comentario a la liturgia dominical ciclo C. Ha grabado más de 200 CDs de formación. Da conferencias en Estados Unidos sobre pastoral familiar, formación católica y juventud. Y finalmente imparte retiros y cursos de formación a religiosas, seminaristas y sacerdotes diocesanos en México, Centroamérica y donde le invitan.

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