Tomás Insúa participa en la COP25, en Madrid © Fundación Pablo VI

COP25: Entrevista a Tomás Insúa, director del Movimiento Católico Mundial por el Clima

Inspirado en la Encíclica Laudato Si’

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(ZENIT – 5 nov. 2019)- «El trabajo que tenemos por delante es gigantesco y tiene que ser rápido», ha advertido Tomás Insúa, director del Movimiento Católico Mundial por el Clima, en el encuentro La cumbre del cambio climático y el cuidado de la casa común, celebrado esta mañana en la Fundación Pablo VI, en Madrid, en el marco de la COP25 que tiene lugar en la capital española hasta el 13 de diciembre.

El líder de la red mundial católica ha conversado en exclusiva con zenit sobre cómo surgió el Movimiento Católico Mundial por el Clima, qué se propone y a quien va dirigido, ha reflexionado sobre los trabajos realizados en esta Cumbre Climática, especialmente sobre el Acuerdo de París, y ha enumerado algunas iniciativas para participar en la campaña de desinversión a la industria petrolera y financiera, en busca de una mejora en la reducción de gases y protección del medio ambiente.

En el encuentro sobre cambio climático y cuidado de la casa común, celebrado este jueves, 5 de diciembre, Tomás Insúa ha participado en la mesa redonda titulada Inversiones éticas y cambio climático, junto con Carmen Valor, profesora agregada de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Pontificia comillas ICADE.

Campaña de desinversión

En el debate, Insúa ha indicado en qué consiste esta «campaña de desinversión», en la que ya han participado más de 1000 instituciones alrededor del mundo, entre ellas grandes fondos de pensiones y entidades. religiosas.

«Dentro del mercado financiero, muchas de nuestras instituciones católicas, que tienen recursos invertidos en el mercado financiero, sin saberlo, están tirando más nafta al fuego», ha explicado Insúa. «Sabemos que el Acuerdo de París, al establecer este objetivo de limitar la temperatura a 1.5 grados, significa necesariamente dejar de quemar combustibles fósiles: petróleo, carbón y gas. Sabemos que es una transición, pero el objetivo es muy claro».

La campaña de desinversión «es un boicot financiero a esta industria, es decir, es moralmente inaceptable que siguen explorando y sigan extrayendo nuevos combustibles fósiles. Entonces, nosotros, como instituciones con recursos financieros, debemos dejar de invertir», ha aclarado el líder argentino.

En total, 11 trillones de dólares ya han sido desinvertidos, y es una tendencia que se va acelerando. Cuando la gente empieza a entender que está «tirando nafta al fuego» sin darse cuenta, cuando entiende esa lógica y empieza a dar sus recursos a esta industria, se empiezan a dar cambios. Estamos viendo que efectivamente es de alto impacto, cuando ven que es una amenaza para el modelo de negocio, es porque está campaña de boicot está funcionando. Es un motivo de esperanza ver como se empiezan a mover las cosas».

A continuación, ofrecemos la entrevista que Tomás Insúa ha ofrecido a la agencia zenit.

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zenit: ¿Cómo nace el Movimiento Católico Mundial por el Clima?

Tomás Insúa: Nace en el 2015, poquito antes de que el Papa publique la Laudato Si’ sabiendo que se venía ya empezaron los rumores de que el Papa iba a publicar una encíclica sobre este tema, la novedad, la primera vez, una encíclica sobre este tema… Y en ese contexto surge la motivación de armar una red, digamos, que ayude a la Iglesia a poner en práctica este mensaje. Nacemos en enero de 2015, cuando el Papa llega a Manila, Filipinas, con el cardenal Tagle que es nuestro sponsor, digamos. La arquidiócesis de Manila es parte desde el día cero, y le presenta al Papa Francisco nuestra declaración fundacional y demás…

Somos una red de instituciones católicas. Somos 900 organizaciones católicas en todo el mundo trabajando juntas para poner en práctica la Laudato Si’, somos una realidad de la Iglesia.

zenit: ¿Qué objetivo persigue esta red mundial?

Tomás Insúa: Hacemos tres cosas: Todo lo que sean actividades de concienciación, educación e incluso espiritualidad. En otras palabras, ayudamos a la Iglesia a vivir la Laudato Si’, a poner en práctica la Laudato Si’, y puntualmente eso tiene tres dimensiones. La primera es esta de por un lado, dar a conocer, concientizar sobre este mensaje, e introducir al cuidado de la casa común en nuestra espiritualidad, en nuestra vida de oración. Por ejemplo, la iniciativa del “Tiempo de la Creación”, en septiembre, que el Papa Francisco está promoviendo como el tiempo en que parroquias, comunidades y demás reflexionan y rezan por la Creación, la ponen en práctica, ese tipo de piedad por un lado.

Por otro lado, el segundo objetivo es ayudar a la Iglesia a liderar con el ejemplo, a poner en práctica en nuestro estilo de vida, en nuestras instituciones desde parroquias, poniendo paneles solares… mostrando que se puede hacer el cambio hasta decir a nuestros miembros tips de sostenabilidad, digamos, la idea es ayudar a la Iglesia a implementar estas medidas. Lo tercero es todo este tema de incidencia política, que tenemos que incidir, poner presión sobre los gobiernos porque no están haciendo lo que tienen que hacer, toda la campaña de desinversión… venir a estos foros en la COP, ayudar a la Iglesia a que alce su voz en estos temas es el tercer área de trabajo.

zenit: Usted ha señalado en esta ponencia que160 instituciones católicas han desinvertido ya en la industria de combustible fósiles. ¿En qué nivel se encuentra la Iglesia en este proceso? ¿Todavía hay instituciones católicas que tienen que desinvertir?

Tomás Insúa: Falta mucho, falta muchísimo. Hay todavía muy poca conciencia dentro de la Iglesia, aun cuando tenemos una encíclica. La única encíclica que el Papa Francisco ha escrito en estos 6 años de pontificado, y sobre este tema, aun así hay muy poca conciencia de la Laudato Si’ en general y de la crisis temática en particular. Entonces sí hay pasos positivos, se están empezando a dar cambios. 160 instituciones ya lo hicieron, varias conferencias episcopales, dentro de ese grupo, ya lo han hecho, pero no es suficiente. Hay muchísimos más que todavía no han hecho nada. Yo creo que el trabajo que tenemos por delante es gigantesco y tiene que ser rápido. Ese es el desafío. Usualmente una encíclica, no es raro que la Laudato Si’ no sea conocido, y no hablamos solamente del laicado, también de la jerarquía, obispos, sacerdotes, etc.

Generalmente una encíclica toma tiempo para ser digerida, pero la diferencia con esta en particular es que no tenemos tiempo, no podemos esperar un par de décadas… a que en los seminarios lentamente empiecen a hablar de ella… tiene que ser planteado ya. Vivimos una situación de emergencia, aunque no lo percibamos como una emergencia en Europa, en Filipinas, África, etc, la gente se está muriendo literalmente, esto es una emergencia. Y no solamente esto, estamos viendo recién la puntita del iceberg, pero en las próximas décadas y años se vienen unos problemas colosales. Entonces tenemos que adoptar esta realidad, que es una urgencia inusitada y actuar en consecuencia. Falta mucho todavía. Venimos bien, pero hay que acelerar exponencialmente.

zenit: En el marco de este «movimiento de desinversión»,¿cómo pueden colaborar los católicos?

Tomás Insúa: El primer paso es sumarse, trabajar juntos y saber que tenemos un trabajo de años y décadas por delante, no lo vamos a solucionar en un mes, no lo vamos a solucionar en un año. Tenemos mucho trabajo por delante, así que ahí, en ese sentido, arrancaría con cosas muy concretas para concientizar las comunidades locales, sea en la parroquia, sea en la escuela, sea en cualquier comunidad que la audiencia participe.

Por ejemplo, el año que viene va a haber una gran celebración de la encíclica. Van a hacer 5 años. Va a haber una gran campaña, que se va llamar: la semana de Laudato Si’, del 16 al 24 de mayo. El Vaticano está promoviendo esta gran semana de Laudato Si’, para poner la atención sobre la Encíclica, que todavía es conocida, hay que hacer charlas, hay que hacer grupos de estudio… El Papa nos escribió un documento bellísimo, hay que conocerlo.

También, en cuanto a momentos del año, también está el Tiempo de la Creación, que empiezan a preparar lindos eventos para concientizar a la comunidad sobre el cuidado de la Creación, sobre como esto es un aspecto fundamental de nuestra vida cristiana, de nuestra fe cristiana.

En cuanto a la campaña de desinversión, esto es más para instituciones. Invitar a las instituciones a mirar como usan sus recursos financieros, sin darse cuenta están invirtiendo su dinero en entidades financieras que probablemente –habrá que ver caso por caso—muchas veces, sin darse cuenta, están financiando el problema.

En la página del Movimiento hay varios recursos, hay datos de contacto, yo les invito a que visiten la página del Movimiento. Podrán ver la campaña de desinversión, podrán recibir ayuda personalizada y demás.

zenit: El Papa, en su mensaje a los participantes de la COP25, ha manifestado su preocupación ante la incapacidad de responder adecuadamente a ese «fuerte sentido de urgencia», y por lo tanto, de alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París. ¿Cómo cree que se está trabajando en esta cumbre para alcanzar estos objetivos? ¿Los líderes políticos y económicos están preparando algún tipo de declaración final o documento?

Tomás Insúa: Lo más importante, más que declaraciones y demás, necesitamos ver que cada país toma iniciativas bien concretas de acción contra el cambio climático para cumplir los objetivos del acuerdo de París. Este acuerdo estableció que tenemos que limitar la temperatura global –que está aumentando– a un máximo de 1.5 grados. Más allá de esta temperatura, la comunidad científica nos dice que será catastrófica. Entonces considerando eso, ahora lo que importante es que hace cada país para contribuir eso, cuando reducen sus emisiones. De todos los países, no hay ni uno que esté haciendo lo suficiente para lograr esos objetivos.

Países como los europeos, España y demás, están arriba de la lista como los peores, porque son los responsables históricamente. Un país como España tiene mucha más responsabilidad que un país como Perú o Mozambique porque el desarrollo económico es muchísimo más alto, el nivel de contaminación que sale de esta actividad es muchísimo más alto. Entonces los primeros que tienen que liderar con el ejemplo son los que tienen, por un lado, más responsabilidad histórica y actual en contribuir al problema, y segundo son los que tienen más recursos. A Perú le cuesta más, porque tiene menos recursos, que a España, o que a Italia.

Se están terminando de delinear los últimos detalles del Acuerdo, pero lo más importante, de nuevo, es que los países puntuales, tomen medidas y eso es algo que va a pasar principalmente el año que viene, cuando se cumplen estos 5 años del Acuerdo de París, o sea, en 2020 tienen que presentar estos nuevos planes.

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Rosa Die Alcolea

Profesional con 7 años de experiencia laboral en informar sobre la vida de la Iglesia y en comunicación institucional de la Iglesia en España, además de trabajar como crítica de cine y crítica musical como colaboradora en distintos medios de comunicación. Nació en Córdoba, el 22 de octubre de 1986. Doble licenciatura en Periodismo y Comunicación Audiovisual en Universidad CEU San Pablo, Madrid (2005-2011). Ha trabajado como periodista en el Arzobispado de Granada de 2010 a 2017, en diferentes ámbitos: redacción de noticias, atención a medios de comunicación, edición de fotografía y vídeo, producción y locución de 2 programas de radio semanales en COPE Granada, maquetación y edición de la revista digital ‘Fiesta’. Anteriormente, ha trabajado en COPE Córdoba y ABC Córdoba.

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