El Vaticano desmiente llamada de Francisco a Assad pero confirma carta a Putin

La carta del papa es por el G20. En Siria señala demasiados intereses y precisa que la violencia nunca lleva a la paz. Pide reglas que permitan un mundo más justo

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El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi ha desmentido esta mañana de manera categórica que el santo padre se haya comunicado telefónicamente con el presidente sirio, Bashar Al Assad, como publicado por el diario argentino El Clarín que se limitó a citar ‘fuentes vaticanas’. Así mismo, ha confirmado el envío de una misiva de Francisco al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en ocasión de la reunión del G20 en San Petesburgo; cumbre anual que comienza hoy.

El Grupo de los 20 (G-20) es un foro de 19 países, más la Unión Europea. Existe desde 1999, reune el G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) más Rusia, G-8, y con la entrada de once países recientemente industrializados es el G-20.

Sobre Siria, el papa Francisco indicó que «el encuentro de los jefes de Estado y de Gobierno de las veinte  mayores economías […] no tiene la seguridad internacional como su objetivo principal». Sin embargo, continúa el santo padre, no puede dejar de reflexionar sobre la situación en Oriente Medio y especialmente en Siria. «Por desgracia, me duele ver que demasiados intereses han prevalecido desde el comienzo del conflicto sirio, impidiendo encontrar una solución que evite la masacre innecesaria de la que estamos siendo testigos», ha anunciado.

Francisco ha renovado así su llamamiento, en esta ocasión a los líderes del G20, para que  ayuden a encontrar vías para superar las diferentes contraposiciones y abandonen la vana pretensión de una solución militar. Y asuman «un nuevo compromiso para perseguir, con valentía y determinación, una solución pacífica través del diálogo y la negociación entre las partes interesadas con el apoyo unánime de la comunidad internacional. Por otra parte, es un deber moral de todos los gobiernos del mundo alentar toda iniciativa para promover la asistencia humanitaria a las personas que sufren a causa del conflicto dentro y fuera del país».

En la carta del santo padre recuerda que «el contexto actual, altamente interdependiente, exige un marco financiero mundial, con reglas propias, justas y claras, para conseguir un mundo más justo, donde se pueda acabar con el hambre, ofrecer a todos un trabajo digno, vivienda digna y la atención médica necesaria».

Ha hecho también referencia al compromiso asumido por la presidencia del G20 de este año de «consolidar la reforma de las organizaciones financieras internacionales y de llegar a un consenso sobre los standars financieros adaptados a las circunstancias actuales». Y ha añadido que la economía mundial podrá desarrollarse realmente en la medida en la que sea capaz de «consentir una vida digna a todos los seres humanos, desde los más ancianos a los niños aún en el vientre materno, no solo a los ciudadanos de los miembros del G20, sino a cada habitante de la Tierra, hasta aquellos que se encuentran en las situaciones sociales más difíciles o en los lugares más perdidos».

En este punto, ha hecho referencia a los conflictos armados, recordando que crean «divisiones profundas y dejan heridas que necesitan muchos años para curarse». Por eso, recordó el santo padre «los muchos conflictos armados que todavía hoy afligen el mundo nos presenta, cada día, una dramática imagen de miseria, hambre, enfermedad y muerte. De hecho, sin paz no hay ningún tipo de desarrollo económico. La violencia no lleva nunca a la paz, ni a las condiciones necesarias para tal desarrollo».

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Staff Reporter

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