Encarceladas comparten la experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud

Como los jóvenes peregrinos, descubren la “lectio divina”

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

SYDNEY, sábado, 19 julio 2008 (ZENIT.org).- Un monje benedictino británico, el padre Laurence Freeman, ha llevado la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a una prisión femenina de Sydney, dirigiendo la antigua forma de meditación cristiana típica de los monjes, la lectio divina, entre encarceladas.

La Cruz de la JMJ visitó antes de que comenzaran las Jornadas el Centro Penitenciario de Mujeres de Silverwater Women’s Correccional, donde hay mujeres que siguen este estilo de oración desde hace seis años.

«Los guardias y las autoridades penitenciarias –dice el capellán– subrayan que las mujeres que hacen esta meditación muestran una real mejoría en su comportamiento y en su estado general», explica el padre Freeman. La lectio divina constituye lectura orante de la Biblia.

«Con frecuencia hace falta algo de aliento, pues muchas detenidas han quedado traumatizadas o han sufrido abusos, pero después de algunas sesiones de meditación se producen lo que san Pablo llama los frutos del Espíritu: amor, paz, paciencia, autocontrol. Se convierten en experiencias interiores y no tanto en algo que puede verse externamente».

El padre Freeman afirma que las detenidas «están recibiendo auténtica asistencia y atención, así como guía espiritual, y en ese contexto la meditación logra tener significado para ellas».

El benedictino pensó hace meses que, dado que la Jornada Mundial de la Juventud involucraría a toda la ciudad de Sydney, también las detenidas debían poder tener la posibilidad de experimentar esa misma obra del Espíritu.

«Queríamos estar seguros de que entraran en contacto con la Jornada», dice explicando el motivo de la visita. «Mientras estábamos aquí sentados, en meditación con ellas, habíamos sentido que nos encontrábamos en el corazón de la Iglesia, que no está necesariamente donde se encuentra el Papa y los cardenales, pues también está con los pobres, los que sufren, las personas olvidadas».

Momentos de gracia

Los jóvenes también han podido disfrutar de las sesiones de meditación, basadas en la espiritualidad benedictina.

«La comprensión cristiana de la meditación consiste en que el Espíritu Santo está vivo en el centro de nuestro ser, de nuestro corazón, y en quedar fortalecidos por esto no sólo es algo que viene de fuera, sino que despierta nuestro interior», dice el padre Freeman. «Espero que tanto los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud como las detenidas puedan experimentarlo».

La comunidad de meditación cristiana ha ofrecido sesiones a los jóvenes en la iglesia de Paddington Uniting en la calle Oxford.

Siguiendo la invitación de Benedicto XVI a encontrar tiempo para la reflexión en la euforia de las jornadas juveniles, el cardenal George Pell, arzobispo de Sydney, afirmó que este centro de meditación cristiana podría ser precisamente lo que necesitan los peregrinos.

«Muchas gracias tocarán vuestra vida en estos días», dijo el purpurado a los peregrinos en una visita al grupo de meditación. «Rezo para que las gracias de la oración contemplativa toquen también nuestro corazón y os enriquezcan para el resto de la vuestra vida».

«El tiempo pasado en silencio en el centro de meditación cristiana puede ser un momento para que recibáis esta gracia».

El padre Freeman reconoce que la lectio divina está viviendo un revival, convirtiéndose en una alternativa a la moda de la meditación budista.

Por Anthony Barich

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación