Miles de niños vuelven a salir estos días a las calles de todas las ciudades de España como “Sembradores de Estrellas”, es decir, para repartir esperanza y alegría de cara a la Navidad. Los pequeños expresan a través de un gesto gratuito, la colocación de una pegatina con forma de estrella en las solapas de los viandantes, la Buena Nueva de Jesús. Parroquias y escuelas se movilizan en cada diócesis impulsadas por las Delegaciones de Misiones, para sacar adelante esta iniciativa que Infancia Misionera, una de las cuatro Obras Misionales Pontificias, organiza cada año al finalizar el Adviento.
El jesuita Xavier Ilundain cuenta cómo surgió esta idea. “Andaba yo dándole vueltas a cómo decir a los chicos que se puede dar algo a cambio de nada”, recuerda el padre Ilundain. En 1977, movido por este deseo, se les ocurrió salir a las calles de Madrid a regalar estrellas y agradecer a la gente los donativos del Domund (Jornada Mundial de las Misiones). “Sembradores de Estrellas es lo contrario a la campaña comercial de Navidad. ¡No es común que alguien regale algo sin esperar nada a cambio!”, explica este sacerdote. En los inicios, “copábamos Madrid. Pusimos niños en todas las bocas de metro, en las estaciones, en el aeropuerto para que todo el que pasara se llevara su estrella”, asegura el religioso jesuita.
Estos pequeños misioneros llegaron incluso a ponerle la estrella a Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid, que les recibió en audiencia 15 días antes de fallecer. “Nada más entrar –recuerda el padre Xavier Ilundain– nos dijo: ‘Un alcalde no tiene tiempo para pensar nada más que en lo que va a hacer en las dos horas siguientes, y no puede detenerse en las cosas del espíritu que son las importantes. Vosotros me vais a ayudar”.
La iniciativa, que pronto se extendió por toda la geografía española, continúa viva 36 años después. En la pasada Navidad se repartieron más de seis millones de estrellitas a través de las 74 delegaciones diocesanas de Misiones.
(RED/IV)
