“El prior general y director de Cetelmon TV, padre Alberto María Rambla fue convocado a la Casa del Padre el pasado jueves 29 de mayo”. Lo indica un comunicado enviado a nuestra redacción por el monje de la Fraternidad Monástica de la Paz y miembro de Cetelmon Tv, Lazaro Clemente, dando noticia del fallecimiento de su fundador.
“Eran las 11.30 de la noche del pasado jueves, 29 de mayo. A esa hora -la de Completas- y rodeado de todos sus monjes y monjas de la Fraternidad Monástica de la Paz que le abrazábamos con nuestra oración y cariño, el padre Alberto María Rambla, fundador y primer Prior general de nuestro Instituto era conducido al abrazo del Padre”, indica la nota.
Añade que el padre Rambla había comenzado la andadura de la Fraternidad en la ciudad de Alicante el 15 de agosto de 1980. “Con el correr de los años, el Señor fue llamando, y fuimos llegando los monjes y monjas, y también conformó Fraternidades laicales que participan de la espiritualidad contemplativa en medio del mundo”.
Hoy la Fraternidad cuenta con dos monasterios: el Monasterio de la Trinidad, en Alicante, Casa Madre y Casa General; y el Monasterio de la Transfiguración del Señor, en Castellón. Y con 5 Fraternidades de Santa María de la Paz (de laicos) ubicadas en Alicante, Castellón, Madrid, Londres y Albacete. “Monjes y laicos conformamos juntos como familia de fe la Comunión de la Paz” precisa.
El 15 de septiembre de 1999, como parte del proyecto evangelizador de “La Ciudad de la Paz”, con el que la Fraternidad participa en la Nueva evangelización, nacía en el monasterio de Alicante Cetelmon tv, un canal de televisión católica, que es el nuevo “pergamino” en el que la Fraternidad sigue la venerada tradición monástica de difundir la fe y la cultura, pero usando los nuevos medios digitales. En nuestro servicio a la Iglesia colabora con el Centro Televisivo Vaticano desde hace más de 10 años.
La carta firmada por la Fraternidad Monástica de la Paz y Comunión de la Paz, concluye: “La Comunión de la Paz, con un solo corazón y una sola alma da gracias a Dios por el gran don que nos hizo con nuestro padre Alberto María, con la firme decisión de continuar su obra al servicio de Dios y de la Iglesia. Bendito sea el Nombre del Señor.
