(ZENIT – 25 sept. 2018).- Francisco ya está en «Tierra de María», Estonia, en su última día del viaje pontificio a los Países Bálticos, siendo éste uno de los países menos religiosos de Europa, y del mundo.
Estonia, de 45,200 km² de superficie, cuenta 1.325.000 habitantes, de los que el 69 por ciento son de origen estonio y el 25 por ciento de procedencia rusa, aunque también hay colectivos de ucranianos y bielorrusos. Los idiomas que hablan en el país con Estonio, Võro, y Seto.
El lema del viaje apostólico del Papa Francisco a Estonia es “¡Despierta mi corazón!”, la primera estrofa de una composición musical muy conocida en este país, teniendo en cuenta que un 75% de la población no tiene ninguna religión, indicó el Administrador apostólico y único obispo de Estonia, Mons. Philippe Jean-Charles Jourdan.
«Es un número pequeño, pero ha crecido mucho desde el año 91, cuando había unos 2.500», señaló el obispo católico a los medios de comunicación recientemente.
Monseñor Philippe Jean-Charles Jourdan es, desde 2005, el único obispo de Estonia. Esta nación no tiene una conferencia episcopal sino una Administración Apostólica y solo un obispo. En cambio, Lituania y Letonia si tienen conferencias episcopales.
Menos del 1,2% de la población es católica
Según el informe de Ayuda a la Iglesia Necesitada, el 54% de la población no practica ninguna religión, el 29% practica otras religiones diferentes al cristianismo, y solo el 23,3% de los estonios son cristianos, de los cuales; el 13.7% son ortodoxos, el 8,4% son protestantes, y dentro del 1,2% restantes se encuentran los católicos.
La Constitución establece que todos tienen derecho a practicar su religión, individual o colectivamente, en público o en privado. Solo se hacen excepciones a esta norma si esta libertad es “perjudicial para el orden, la salud o la moral públicas”.
Tierra de María
Desde hace siglos, esta tierra es llamada “Tierra de María”, Maarjamaa, ha indicado el Papa en su discurso a la Presidenta de la República y a las autoridades, en el Palacio Presidencial en Tallin.
Francisco ha señalado: «Un nombre que no pertenece solamente a vuestra historia, sino que es parte de vuestra cultura. Pensar en María, me evoca dos palabras: memoria y fecundidad. Ella es la mujer de la memoria, que guarda todo lo que vive, como un tesoro en su corazón (cf. Lc 2,19) y es la madre fecunda que engendra la vida de su hijo. De ahí que me gustaría pensar en Estonia como tierra de memoria y de fecundidad».
Hace ochocientos años Estonia es la «Tierra Mariana». Fue el 6 de septiembre de 1215 que el Papa Inocencio III aprobó que la, entonces llamada Livonia, fuese consagrada a la Virgen María. (Por ocasión de la Consagración, Letonia y Estonia de hoy formaban un solo país: Livonia)
Ella fue una de las primeras naciones a consagrarse a Nuestra Señora. Y es por eso que, desde entonces, Estonia es conocida también con el nombre de «Tierra Mariana».
Libertad religiosa
Según el Informe de Freedom House, la libertad religiosa se respeta enormemente en Estonia tanto en la teoría como en la práctica. Algunos medios de comunicación occidentales están sensibilizados, basándose en ocasiones en consideraciones tendenciosas, ante lo que perciben como la xenofobia y antisemitismo imperecederos de los países bálticos. Es posible que las informaciones rusas, a través de la difamación y la desinformación, alimenten esta impresión en Occidente.