La Iglesia no debe interferir indebidamente en asuntos políticos y viceversa

Declaraciones del arzobispo de Madrid, el cardenal Ruoco Varela

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MADRID, 12 mar 2001 (ZENIT.org).- En una entrevista radiofónica concedida esta mañana, el cardenal de Madrid ha resaltado la dura condena del Papa al terrorismo en España, y ha invitado a todos a denunciar, desde la Ley de Dios y el Evangelio, lo terrible que es el terrorismo.

Asimismo, con respecto a la intervención de la Iglesia en política, el cardenal Antonio María Rouco Varela en declaraciones a los micrófonos de la cadena radiofónica COPE señala que sólo lo puede hacer con los medios apropiados y conformes al Evangelio.

El purpurado hacía referencia a la ceremonia de beatificación de 233 mártires españoles que tuvo lugar ayer, domingo, 11 de marzo, en la plaza de San Pedro. En particular mencionó la dura y enérgica condena del Papa al terrorismo en España.

El cardenal apuntó que «el Santo Padre ha denunciado el terrorismo con palabras certeras, hondas, llenas de emoción y nos ha confirmado a todos en lo que es la doctrina de la Iglesia y las exigencias del Evangelio en este campo y en su aplicación a España. No se puede olvidar que uno de los aspectos esenciales de la misión del Romano Pontífice, del Sucesor de Pedro en la Iglesia, con respecto a los obispos, él que es el cabeza del Colegio Episcopal, es de confirmarlos en la fe y de confirmarlos en el testimonio que ellos tienen que dar del Evangelio».

En este sentido, aclaró que «la relación entre los obispos y la Conferencia Episcopal es la de participación de todos ellos en un plano de completa y total igualdad, en un organismo de deliberación y de coordinación de la acción de todos ellos en la Iglesia de un determinado país en el que se ha instituido o erigido la Conferencia. Y el presidente de la Conferencia es el que modera la acción y la actuación de ese organismo con sus Asambleas, sus reuniones, etc. Por lo tanto, no hay dependencia jerárquica de los obispos individuales con respecto a la Conferencia».

Condena del terrorismo
Señaló que «los obispos hemos condenado también el terrorismo, con mayor o menor acierto, a lo largo y a lo ancho de toda la historia de la Iglesia en España y, en concreto, desde el principio del terrorismo».

Pero, explicó, al ser una desgracia que dura ya décadas, «la memoria se pierde pronto, sobre todo cuando se está en el día a día de la información».

Añadió que «se trata de que todos juntos, con el Santo Padre y con toda la Iglesia, caminemos primero en la denuncia clara, desde la Ley de Dios, desde la conciencia del Evangelio de lo que significa, de lo terrible que es el terrorismo, y nos empeñemos en la práctica que implica el día a día en muchos ámbitos de la vida de la Iglesia, en muchos ámbitos de la sociedad, para que se ponga fin a la violencia terrorista, tal como pedimos también intensamente en todas las Iglesias de España y, muy especialmente, en la diócesis de Madrid».

Obispos y política
A la pregunta sobre las intervenciones de algunos obispos en materia política, el cardenal recordó la distinción que existe entre comunidad eclesial e Iglesia y comunidad política, señalando que «si nosotros pedimos que desde la comunidad política no se interfiera en la vida de la Iglesia, pues con tanta razón, por lo menos, también hay que pedir que desde la Iglesia no se interfiera indebidamente en los asuntos de la comunidad política».

«Son dos planos –explicó– que evidentemente se encuentran en el mismo hombre, en el mismo servicio al hombre, también en el servicio a la sociedad, en el servicio al pueblo, pero cada uno tiene su ámbito de actuación bien claro, o al menos en lo sustancial».

«La Iglesia puede actuar en los asuntos políticos por vía de predicación –concluyó–, con medios evangélicos y siempre que se ponga en peligro y se violen los derechos fundamentales de la persona humana, se atente contra el bien espiritual de las almas y… nada más. Y sólo lo puede hacer con medios apropiados y conformes al Evangelio».

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ZENIT Staff

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