(ZENIT – Orlando, 5 Jul. 2017).- Concluyó ayer la Convocatoria de Líderes Católicos “La Alegría del Evangelio en Estados Unidos”, que tuvo lugar en Orlando, Florida, entre el 1ro. y el 4 de julio, con la participación de casi tres mil laicos, 300 sacerdotes y 100 religiosas y 150 obispos. La jornada estuvo marcada por un profundo espíritu misionero, profundizando la idea de ir a las periferias para estar cerca del que sufre, del abandonado, del que siempre fue relegado.
El Cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington, recordó a los presentes la importancia de ser discípulos misioneros, una idea que plasmó la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, en 2007, y que recorre la exhortación apostólica Evangelii Gaudium.
Los hispanos ya constituyen casi la mitad de la Iglesia de Estados Unidos. En un proceso constante, los anglos van descubriendo estos cambios, y se enfrentan al desafío de transformar constumbres y perspectivas para abarcar con espíritu misionero esta nueva realidad que, aunque se hace cada vez más evidente, es todavía ignorada o es observada con indiferencia por algunos católicos, dado que se trata de un proceso lento de toma conciencia y acción.
Así, la primera charla estuvo a cargo del Dr. Hosffman Ospino, colombiano, investigador, profesor del Boston College, quien hiciera un análisis de la realidad de la Iglesia estadounidense, remarcando el impacto del aporte hispano a la misma.
Por su parte, el Mons. Nelson Pérez, obispo auxiliar de Rockville Centre, estado de Nueva York, remarcó que la Iglesia debe mirar a los hispanos con pasión, no por el simple hecho de ser buenos con los hispanos, sino porque constituyen una parte esencial de la realidad de la Iglesia en Estados Unidos.
Ante la realidad de una Iglesia nacional que acentúa los programas pastorales y de catequesis, llamados en Estados Unidos “currículos”, donde se detalla la información que niños y adultos católicos deben recibir en su proceso de formación en la fe, se mencionó en distintos ámbitos de la jornada que se falla muchas veces en lo que debe ser la primera etapa de la evangelización: que el niño, el joven, el adulto, se sienta en casa en la parroquia, se sienta querido, perciba que es amado, que tiene una identidad en la pequeña Iglesia. Cuando la acentuación es la información, cuando no hay un profundo lazo afectivo que dé la certeza de la pertenencia, se produce el éxodo de los catequizados, que después de la recepción de los sacramentos, no vuelven a la Iglesia.
Por su parte el sacerdote Rafael Capó-Iriarte, acentuó la importancia de los valores cristianos y familiares de los hispanos, dado que la fe es normalmente transmitida por las madres, por las abuelas, quienes son los primeros evangelizadores.
Mons. José Gómez, arzobispo de Los Angeles y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, indicó a ZENIT que espera que los hispanos “participemos del V Encuentro y que nos convirtamos en discípulos misioneros.” Sobre su perspetiva personal al respecto del V Encuentro de Pastoral Hispana en Estados Unidos, afirmó que siente “una gran alegría, dado que se trata de un gran tiempo de renovación personal y comunitaria.”
Mons. Gómez remarcó en su alocución general que es histórico que los obispos de Estados Unidos convoquen a los líderes para discernir juntos los signos de los tiempos para el país, a la vez que mencionó con emoción que san Junípero Serra, que desarrolló su ministerio misionero en California y fuera canonizado por el Papa Francisco en Washington, es un ejemplo vivo de la visión del Papa Francisco para la Iglesia, yendo a las periferias, llevando la ternura y el amor de Jesús a los más necesitados, encarnando de forma ejemplar la misión de la Iglesia.
Y Alejandro Aguilera-Titus, coordinador nacional del V Encuentro de Pastoral Hispana en EEUU, expresó a ZENIT que ve a los hispanos “con un entusiasmo desbordante por el V Encuentro, porque se sienten protagonistas de la vida y la misión de la Iglesia.”