Secuestro y asesinato en Mosul (Irak) de un diácono presbiteriano

Sin noticias, además, del sacerdote caldeo secuestrado en Bagdad el lunes

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MOSUL/BAGDAD, jueves, 7 diciembre 2006 (ZENIT.org).- Se ha confirmado el asesinato de un responsable de cristianos evangélicos en Mosul (Irak) que había sido secuestrado, segundo crimen de este tipo en dos meses.

Se trata del diácono de la «National Protestant Evangelical Church» -la iglesia presbiteriana más antigua del país, fundada en 1840-, Monther Saqa, de 69 años, lamentó el miércoles «Baghdadhope».

Secuestrado el pasado 26 de noviembre, el cristiano fue hallado con una bala en la cabeza a los cuatro días, apuntaba recientemente «Compass Direct». Por su parte, la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras «AsiaNews.it» confirmó también el miércoles este asesinato.

Los secuestradores de Monther Saqa –según fuentes anónimas de Mosul que cita la agencia del PIME- habían pedido un rescate de un millón de dólares, añadiendo amenazas del tipo: «Mataremos a todos los cristianos empezando por él».

Es el segundo secuestro que en menos de dos meses acaba en tragedia en Mosul: el 11 de octubre fue hallado en la ciudad, decapitado y mutilado, el padre Paulos Eskandar, sacerdote siro-ortodoxo que había desaparecido dos días antes.

Monseñor Phillipe Najim, representante del Patriarcado caldeo de Bagdad ante la Santa Sede, recalcó a «Radio Vaticana» el 12 de octubre que se había pedido por el sacerdote siro-ortodoxo una «cifra enorme de rescate». «Y nosotros estábamos dispuestos a hablar de esto con los secuestradores y dar la suma pedida. A pesar de ello, hemos encontrado su cadáver».

El asesinato «aterroriza a todos los cristianos en Irak, sean o no católicos», alertó entonces.

Confirmó además que Su Beatitud Emmanuel III Delly, patriarca de Babilonia de los Caldeos, «expresó inmediatamente su pesar a la comunidad siro-ortodoxa».

Mientras, en Bagdad –la ciudad donde también el nivel de inseguridad para los cristianos es muy elevado- la comunidad caldea esperan aún noticias del padre Sami Al-Rais, rector del seminario mayor caldeo en Al Dora, párroco de la anexa iglesia de San Pedro y San Pablo y profesor de Moral en el «Babel College» -que dirige la Iglesia católica en Bagdad (única Universidad Teológica Cristiana en el país)-.

El secuestro del sacerdote caldeo, perpetrado el lunes pasado, es el quinto que registra la capital irakí contra estos presbíteros desde el pasado julio.

Para la liberación del sacerdote, Su Beatitud monseñor Emmanuel III Delly ha firmado un «llamamiento urgente» difundido desde la web del propio patriarcado.

Invita en el texto «a la caridad y a la fraternidad entre todos los hijos de la tierra mesopotámica, a fin de que se llegue a vivir como nuestros antepasados, trabajando juntos con un solo corazón por el florecimiento de la madre patria».

El patriarca de los caldeos –los católicos caldeos forman la mayor comunidad cristiana del país- recuerda públicamente que aquél es el objetivo de la labor y de la oración de sacerdotes y religiosos, según se hace eco la agencia del PIME.

«Como sabéis, hermanos míos, nuestros sacerdotes no tratan con la política, sino que comparten el dolor de la gente que sufre; su tarea es orar y servir a las almas, y Dios es su fuerza y su apoyo», subraya.

Y se pregunta el «porqué de estas agresiones contra quien sólo quiere el bien» de todo el país.

Finalmente el patriarca caldeo pide a los secuestradores del padre Sami su liberación y el cese de acciones similares.

«Sólo de este modo –expresa el llamamiento en árabe- regresará la tranquilidad a los corazones de los hermanos cristianos iraquíes, que comparten con vosotros el dolor y la pasión de estos días difíciles que estamos atravesando juntos».

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ZENIT Staff

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