Israel. Foto: Archivo

Tomás de Aquino: revolucionario y santo

Tomás, siguiendo a su maestro Alberto, fue uno de los primeros en ver, y ver profundamente, el valor para la teología cristiana que ofrecía la revolución científica y filosófica de Aristóteles. Tomás fue ante todo un teólogo, comprometido con exponer claramente los fundamentos de la fe cristiana. Pero, precisamente por ser teólogo, reconoció que tenía que ser filósofo y tener también conocimientos científicos.