(ZENIT Noticias / Guadalajara, 24.07.2025).- En un gesto que combina lo espiritual con el esfuerzo deportivo, el pasado 14 de julio la Academia AGA del Atlas FC vivió una jornada poco común en el mundo del fútbol profesional: el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, presidió una misa en la que 16 jóvenes jugadores del equipo rojinegro recibieron el sacramento de la Confirmación (entre ellos 4 varones de primera división y 1 mujer de primera división). El evento tuvo lugar en el auditorio Don Jorge Garciarce Ramírez, dentro de las instalaciones de la propia academia, en un ambiente que unió liturgia, deporte y comunidad.
Más de un centenar de personas se dieron cita para acompañar a los futbolistas en esta etapa decisiva de su camino de fe. Padrinos, familiares y personal del club fueron testigos del momento en que estos jóvenes, entre ellos los jugadores Karol Contreras, Adrián Mora, César Ramos, Antonio Sánchez y Jesús Serrato, renovaron públicamente su compromiso cristiano. El grupo estuvo conformado por 14 varones y 2 mujeres, todos integrantes del entorno deportivo del Atlas, quienes se prepararon durante semanas para este momento bajo la guía del Padre Roberto Ramírez, capellán de la Academia.
Este acontecimiento no sólo fue significativo por el número de confirmandos, sino también por su carácter simbólico: por primera vez, el máximo representante de la Iglesia católica en Guadalajara visitó oficialmente a un equipo de fútbol profesional para celebrar un sacramento. La iniciativa surgió en 2024, cuando el club solicitó a la Arquidiócesis de Guadalajara la posibilidad de contar con un acompañamiento pastoral regular dentro de sus instalaciones. La respuesta fue positiva, y desde entonces se designó un capellán con la misión de atender espiritualmente a los miembros del club.
La ceremonia no fue un acto aislado, sino el fruto de una apuesta clara por parte del Atlas FC por una formación integral de sus jugadores, que abarca tanto lo físico y técnico como lo humano y espiritual. El club ha reiterado que, más allá del rendimiento en la cancha, busca formar personas sólidas, capaces de vivir con sentido, valores y trascendencia.
Este cruce entre deporte profesional y vida sacramental recuerda que los estadios y campos de entrenamiento también pueden ser tierra fértil para sembrar el Evangelio. El testimonio de estos jóvenes —al asumir su fe con libertad y decisión en un ambiente muchas veces ajeno a lo religioso— lanza un mensaje potente, no sólo para la afición rojinegra, sino para todo el mundo del deporte.
Al término de la ceremonia, el Atlas FC expresó su gratitud al Cardenal Robles Ortega por su cercanía y por haber acompañado personalmente este paso importante en la vida de sus jugadores. Y aunque la noticia pueda sorprender en un medio más habituado a resultados y transferencias, tal vez sea esta confirmación de fe el mejor gol que el equipo haya marcado en mucho tiempo.
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