(ZENIT Noticias / Ciudad de México, 13.12.2024).- Un desgarrador informe presentado en la Ciudad de México el 9 de diciembre por el Centro Católico Multimedia (CCM) arroja una luz aleccionadora sobre los crecientes peligros que enfrenta el clero católico en México. Durante los seis años de presidencia de Andrés Manuel López Obrador, diez sacerdotes católicos y un seminarista fueron brutalmente asesinados. Además, siete obispos y siete sacerdotes sobrevivieron por poco a ataques violentos, lo que subraya el precario entorno en el que operan los líderes religiosos.
El informe, coescrito por Guillermo Gazanini Espinoza, Jefe de Información del CCM, y el Padre Sergio Omar Sotelo Aguilar, Director del CCM, también describió casi 900 casos de extorsión y amenazas dirigidas a miembros de ministerios católicos. La alarmante tendencia se extendió a los ataques físicos a propiedades de la iglesia, con 26 incidentes documentados dirigidos a edificios religiosos.
Un número creciente de víctimas bajo el nuevo liderazgo
Aunque el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum acaba de comenzar, ya ha estado marcado por la tragedia. En octubre, durante el Domingo Mundial de las Misiones, el padre Marcelo Pérez Pérez, activista de derechos humanos de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, fue asesinado violentamente. “Su asesinato no fue incidental ni un evento colateral”, enfatiza el informe, describiendo su muerte como resultado directo de su inquebrantable defensa de los derechos humanos y su compromiso pastoral con la justicia.
La cultura de impunidad profundiza la crisis
El informe del CCM destaca una cultura generalizada de impunidad que protege a los perpetradores y disuade a las víctimas de denunciar los delitos. Muchos clérigos que trabajan en ministerios humanitarios y sociales en regiones dominadas por el crimen organizado permanecen en silencio, por temor a represalias.
Pablo Vargas, director nacional de Impulso18, se hizo eco de estas preocupaciones en la presentación del informe. “Los líderes religiosos que defienden a los marginados y enfrentan la corrupción a menudo son vistos como amenazas por los grupos criminales organizados”, dijo. Vargas instó a la presidenta Sheinbaum y a los gobiernos estatales a desmantelar esta cultura de impunidad y establecer mecanismos sólidos de protección para los defensores de los derechos humanos, incluidos los líderes religiosos.
Una tendencia persistente en todas las administraciones
Anna Lee Stangl, directora de políticas de Christian Solidarity Worldwide (CSW), señaló que la violencia contra el clero ha aumentado en tres mandatos presidenciales consecutivos. “Durante casi 35 años, el CCM ha documentado esta alarmante tendencia”, dijo. “La escalada continua señala problemas sistémicos que siguen sin abordarse”.
Stangl instó a la comunidad internacional a trabajar junto con el gobierno mexicano para abordar los factores subyacentes que alimentan la violencia: la impunidad, la corrupción y el aumento descontrolado del crimen organizado. También destacó las implicaciones transnacionales de estas redes criminales, que se dedican a la trata de personas, el contrabando de armas y el tráfico de drogas, lo que exacerba aún más los riesgos que enfrentan los líderes religiosos.
Llamados urgentes a la acción
Los hallazgos del CCM han llamado la atención sobre la vulnerabilidad de quienes abogan por la paz y la justicia en México. Mientras la Iglesia llora la pérdida de sus líderes, el llamado a un cambio sistémico se hace más fuerte. Ya sea a través de alianzas internacionales o de reformas nacionales, las partes interesadas exigen acciones urgentes para proteger al clero y garantizar que su vital labor continúe sin cesar en uno de los entornos más peligrosos del mundo para el liderazgo religioso.
El informe completo puede consultarse aquí.
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