(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 22.12.2025).- La Plaza de San Pedro adquirió un ambiente familiar el domingo por la mañana, con la llegada de cientos de niños con pequeñas imágenes del Niño Jesús en las manos. La escena, familiar para los romanos, pero cargada de un nuevo significado, marcó la primera bendición del Papa León XIV a los Bambinelli, una tradición de Adviento que entrelaza discretamente la devoción popular, la catequesis y la vida pública de la Iglesia.
Dirigiéndose a los peregrinos durante el Ángelus del 21 de diciembre, el Papa dirigió su atención especialmente a los más pequeños. Muchos, señaló, habían acudido con un propósito claro: que se bendijesen las imágenes del Niño Jesús antes de colocarlas en los belenes de sus hogares, escuelas y centros parroquiales. Con un gesto breve pero afectuoso, León XIV extendió su bendición «con todo mi corazón» a los Bambinelli, utilizando el término italiano que se ha vuelto inseparable de la propia costumbre.
Sin embargo, el momento trascendió el ritual. Dirigiéndose directamente a los niños, el Papa les confió una tarea propia. De pie ante los belenes familiares en los días venideros, les pidió que no olvidaran rezar por él y, sobre todo, que rezaran para que los niños de todo el mundo vivieran en paz. Fue el primer gran llamamiento que León XIV dirigió explícitamente a los niños desde su elección, y los presentó no solo como receptores de una bendición, sino como participantes en la oración de la Iglesia.
La iniciativa, organizada por el Centro Oratori Romani y que se remonta a 1969 bajo el Papa Pablo VI, ha sido durante mucho tiempo un elemento fijo del Adviento en Roma. Este año, sin embargo, tuvo una resonancia especial. La bendición se celebra tradicionalmente el tercer domingo de Adviento, el Domingo de Gaudete, con su énfasis en la alegría. En 2025, se trasladó al cuarto y último domingo, lo que le dio al evento un carácter más contemplativo, casi como un umbral, ante la proximidad de la Navidad.
Antes de la bendición, León XIV reflexionó sobre el Evangelio de Mateo y la figura de San José, a quien presentó no como un icono lejano, sino como un hombre marcado por una valentía serena y una profunda humanidad. José, observó el Papa, es llamado «justo» en las Escrituras no solo por su fidelidad a la ley, sino también por su capacidad de misericordia. Ante una situación que no comprendía, José prefirió la confianza al retraimiento, acogiendo tanto a María como al niño que Dios le había confiado.
En el silencio y la obediencia de José, sugirió León XIV, hay una lección para la Iglesia al final del Adviento: una manera de preparar el corazón para recibir a Cristo perdonando, animando y ofreciendo esperanza. El énfasis en José también alineó sutilmente la bendición de los Bambinelli con un horizonte espiritual más amplio, conectando la sencillez de la oración de un niño con los desafíos adultos de la fe y la responsabilidad.
La escena en la plaza era vívida y sin pulir. Algunas estatuas estaban desnudas, como dicta la tradición antes de la noche de Navidad; otras vestían ropas blancas o doradas. Sostenidas en alto por pequeñas manos, transformaban el vasto espacio ante la basílica en algo más parecido a un patio parroquial. Familias y catequistas presenciaron cómo la bendición del Papa pasaba sobre las figuras que pronto serían el centro de las celebraciones navideñas lejos de Roma.
Este Ángelus también sirvió como un umbral tranquilo para el propio León XIV. Su agenda refleja el ritmo pleno de la temporada: la Misa de Vigilia en Nochebuena, la Misa y la bendición Urbi et Orbi el día de Navidad, y el Ángelus el 26 de diciembre. La transición al nuevo año se realizará con las Vísperas del 31 de diciembre, la Misa de la Solemnidad de María, Madre de Dios, el 1 de enero, y la liturgia de la Epifanía el 6 de enero.
Esta celebración final también tendrá un significado eclesial más amplio. La Navidad marca el final del Jubileo de la Esperanza, inaugurado por el Papa Francisco en diciembre de 2024. En los días que rodean la festividad, se cerrarán las Puertas Santas de las demás basílicas papales de Roma. León XIV concluirá formalmente el Jubileo sellando la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro durante la Misa de la Epifanía del 6 de enero de 2026.
En este contexto, la bendición de los Bambinelli puede parecer modesta. Sin embargo, ofrece una visión reveladora del tono de este pontificado inicial: atento a la tradición sin nostalgia, cómodo con gestos que hablan a las familias y a los niños, y anclado en una teología que considera la confianza y la misericordia como el primer lenguaje de la fe.
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Pope Leo XIV framed by the Vatican Christmas tree, delivers the Angelus noon prayer from the window of his studio overlooking St. Peter’s Square, at the Vatican, Sunday, Dec. 21, 2025. (AP Photo/Gregorio Borgia)
Pope Leo XIV framed by the Vatican Christmas tree, delivers the Angelus noon prayer from the window of his studio overlooking St.Peter’s Square, at the Vatican, Sunday, Dec. 21, 2025. (AP Photo/Gregorio Borgia)
Faithful hold up statuettes of baby Jesus prior to the start of Pope Leo XIV Angelus noon prayer in St. Peter’s Square, at the Vatican, Sunday, Dec. 21, 2025. (AP Photo/Gregorio Borgia)
Children hold a Nativity Scene figurine of baby Jesus before the traditional blessing of figurines as part of the pope’s Sunday Angelus prayer before Christmas in Saint Peter’s Square in the Vatican on December 21, 2025. (Photo by Andreas SOLARO / AFP via Getty Images)
A man holds a Nativity Scene figurine of baby Jesus before the traditional blessing of figurines as part of the pope’s Sunday Angelus prayer before Christmas in Saint Peter’s Square in the Vatican on December 21, 2025. (Photo by Andreas SOLARO / AFP via Getty Images)
A woman holds a Nativity Scene figurine of baby Jesus before the traditional blessing of figurines as part of the pope’s Sunday Angelus prayer before Christmas in Saint Peter’s Square in the Vatican on December 21, 2025. (Photo by Andreas SOLARO / AFP via Getty Images)
Children hold a Nativity Scene figurine of baby Jesus before the traditional blessing of figurines as part of the pope’s Sunday Angelus prayer before Christmas in Saint Peter’s Square in the Vatican on December 21, 2025. (Photo by Andreas SOLARO / AFP via Getty Images)
Children hold a Nativity Scene figurine of baby Jesus before the traditional blessing of figurines as part of the pope’s Sunday Angelus prayer before Christmas in Saint Peter’s Square in the Vatican on December 21, 2025. (Photo by Andreas SOLARO / AFP via Getty Images)
Children hold a Nativity Scene figurine of baby Jesus before the traditional blessing of figurines as part of the pope’s Sunday Angelus prayer before Christmas in Saint Peter’s Square in the Vatican on December 21, 2025. (Photo by Andreas SOLARO / AFP via Getty Images)
A child holds a Nativity Scene figurine of baby Jesus before the traditional blessing of figurines as part of the pope’s Sunday Angelus prayer before Christmas in Saint Peter’s Square in the Vatican on December 21, 2025. (Photo by Andreas SOLARO / AFP via Getty Images)
Children hold a Nativity Scene figurine of baby Jesus before the traditional blessing of figurines as part of the pope’s Sunday Angelus prayer before Christmas in Saint Peter’s Square in the Vatican on December 21, 2025. (Photo by Andreas SOLARO / AFP via Getty Images)
A priest holds a Nativity Scene figurine of baby Jesus before the traditional blessing of figurines as part of the pope’s Sunday Angelus prayer before Christmas in Saint Peter’s Square in the Vatican on December 21, 2025. (Photo by Andreas SOLARO / AFP via Getty Images)
A person holds a Nativity Scene figurine of baby Jesus before the traditional blessing of figurines as part of the pope’s Sunday Angelus prayer before Christmas in Saint Peter’s Square in the Vatican on December 21, 2025. (Photo by Andreas SOLARO / AFP via Getty Images)
