NUEVA YORK, 14 septiembre 2001 (ZENIT.org).- Catholic Charites, la organización de agencias de ayuda de la Iglesia en Estados Unidos, equivalente a Cáritas, serán la plataforma de coordinación y distribución de la ayuda católica a las víctimas de los atentados de Nueva York, Washington y Pennsylvania acaecidos el 11 de septiembre pasado.

El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, el obispo Joseph A. Fiorenza, ha hecho un llamamiento a los ciudadanos estadounidenses: «Pedimos urgentemente a la gente que se movilice para ayudar a los que se encuentran en necesidad uniéndose a la acción de Catholic Charities».

El padre J. Bryan Hehir, presidente de Catholic Charities revela: «Nuestras agencias locales, si bien están evaluando las necesidades, están ofreciendo ya consuelo y asistencia humana, así como asistencia de emergencia para que la gente pueda afrontar la situación».

«En los próximos días, semanas y meses --añade-- nuestras agencias seguirán ofreciendo los servicios que necesiten las víctimas».

Catholic Charities ofrece información más detallada en el número telefónico de Estados Unidos (800) 919-9338 y en la página web http://www.catholiccharitiesusa.org.

Se pueden enviar cheques a
Catholic Charities USA
PO Box 25168
Alexandria, VA 22313-9788

Un comunicado de prensa emanado por la institución constata: «Lamentamos el que Catholic Charities no pueda aceptar contribución de comida, ropa, mantas y otras provisiones de este tipo».

Catholic Charities USA, fundada en 1910, es la red de asistencia privada más grande de Estados Unidos. Sus 1.400 agencias locales ofrecen ayuda y servicios a unos 10 millones de personas al año, independientemente de su religión, raza, o condición social.

Sus servicios van desde la adopción hasta la consultoría, prestando particular atención a la alimentación y casa.

Indonesia: los cristianos sufren nuevos atentados

En el segundo artículo sobre la persecución religiosa volvemos a examinar
la situación de los cristianos en el archipiélago indonesio. La pasada
Nochebuena, según informaba la BBC al día siguiente, varias iglesias fueron
objeto de atentados con bombas en un mínimo de siete ciudades diferentes,
con al menos 13 víctimas mortales. Según el presidente de Indonesia,
Abdurrahman Wahid, la oposición al régimen colocó las bombas «para
desestabilizar al Gobierno y crear pánico».