Este reparto de pan ha sido posible gracias a la colaboración solidaria ofrecida a Cáritas Perú por una empresa panificadora local y diversos donantes e instituciones privadas, que ha permitido instalar un horno de pan en el Instituto Superior Teológico Público de Pisco, que se mantiene en pie a pesar del terremoto.

En palabras de José Tejada, coordinador de emergencia de Cáritas en la zona, «cada vez que vemos salir del horno los panes listos para ser repartidos, se siembra una luz de esperanza para quienes trabajamos en las tareas de ayuda las víctimas que nos motiva a seguir en esta tarea».

Dentro de la operación de respuesta humanitaria a esta emergencia, Cáritas Peruana fletó en la mañana de ayer un convoy con 29 toneladas de alimentos, agua, mantas y ropa de abrigo con rumbo a Chincha, donde los miembros de los equipos de emergencia se encargará de su distribución en las zonas más afectadas por el terremoto.

Asimismo, estaba previsto que este jueves la compañía aérea Lan Perú entregara en Pisco de otras 50 toneladas de agua y 2.500 mantas para los damnificados aportadas por Cáritas Perú.

La Comunidad Judía de Perú ha decidido ofrecer sus ayudas a los damnificados a través de Cáritas.

John Gleiser, presidente de la comunidad judía, que ya ha ofrecido 18 toneladas de ayuda humanitaria a las familias afectadas por el terremoto, ha declarado: «Confiamos en que Caritas del Perú canalizará nuestra donación a las zonas más alejadas, en donde aún no ha llegado la ayuda».

«Es importante resaltar este trabajo interreligioso en el que no se hacen distingos de credo para brindar ayuda en momentos de necesidad», añadió.