Con motivo del primer siglo de la llegada del Evangelio a ese país, el Papa ha escrito una carta en latín en la que nombra al cardenal francés Roger Etchegaray, presidente del Comité vaticano para el gran Jubileo, como su enviado especial a las celebraciones, que culminarán el próximo 8 de febrero en la capital, Kigali.

En la carta, el obispo de Roma pide que este centenario sirva como llamada de conciencia para los cristianos ruandeses para que asuman un compromiso más fervoroso en la práctica religiosa, a una fe más firme y propósitos más duraderos, teniendo como modelo a los primeros evangelizadores.

Ruanda vivió uno de los genocidios más sangrientos de la historia en 1994, a causa de la represión ejercida por el ejército contra la población tutsi. Las víctimas superaron el millón de muertos. La Iglesia también pagó un preció elevadísimo de sangre: murieron tres obispos, 123 sacerdotes (109 diocesanos), y más de 300 religiosas.

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