MÉXICO, martes 18 de mayo de 2010 (ZENIT.org - El Observador).- Emigrar por cuestiones de trabajo es siempre una situación de precariedad, esto se hace mucho más grave si al lugar a donde se llega a trabajar para subsistir eres perseguido.
Esta situación la han vivido los individuos de las distintas etnias, culturas y nacionalidades que llegan a construir "el sueño americano". El hostigamiento era fruto de iniciativas personales o grupales.
Con la aprobación de la ley SB-1070, conocida con “Ley Arizona”, esta persecución se convierte en política de estado en ese territorio de la Unión Americana y se abre la puerta a que se adopte en otras regiones.
Tal es el resultado que sobre esta controvertida Ley, que entraría en vigor el próximo mes de agosto de 2010, hace El Trabajador Católico, bimensual que edita la Casa de Hospitalidad Juan Diego, en Houston, Texas De acuerdo con esta publicación, en su número de mayo-junio, hay varios puntos que destacar.
1. Consecuencias de la Ley
Permite que las fuerzas del orden detengan a cualquier persona por parecer latina, es decir por sus facciones físicas y/o color de piel. También obliga al personal de salud y de la enseñanza a denunciar ante las autoridades a las personas que reciben este servicio en caso de presentar rasgos no caucásicos.
Permite demandas contra agencias gubernamentales que obstaculicen la aplicación de las leyes de inmigración y hace ilegal contratar indocumentados como jornaleros o transportarlos a sabiendas de su estatus legal.
2. Reacciones de la sociedad
Diversos sectores de la sociedad norteamericana han levantado la voz contra esta disposición, pues genera una dinámica de discriminación y exclusión. A lo largo de las semanas que siguieron a su aprobación se han organizado marchas de protestas en 70 ciudades de la Unión Americana y se han convocado protestas en diversos países de Latinoamérica.
Los Ángeles, San Francisco, Portland y Austin son las ciudades que se han sumado al boicot comercial contra Arizona como una forma de protesta. Se calcula que como fruto de esta protesta unos 60.000 niños quedaran en el desamparo pues sus progenitores serán deportados o verán reducidas sus oportunidades de trabajo.
3. La Iglesia levanta la voz
La Iglesia católica a través de sus representantes también ha elevado una condena enérgica, el cardenal Roger Mahony, arzobispo de Los Ángeles, la califico como una “ley nazi”, mientras que el obispo de Phoenix, monseñor Thomas Olmsted, firmó hace semanas un comunicado que refrendaban líderes de diferentes denominaciones religiosas, en el que se advertía del peligro de aprobar una ley que hiciera de la discriminación una política de estado.
El 9 de mayo, la Red Católica de la Diversidad Cultural, conformada por obispos, religiosos, religiosas y laicos de todas las etnias que conforman Estados Unidos, dieron a conocer una carta de apoyo a los obispos de Arizona en ella afirman “Esta ley que debilita el tejido social mediante la creación de una atmósfera de discriminación contra algunos miembros de la comunidad, la creación de perfiles de las minorías y el temor de las personas de color sin importar su condición migratoria”.
También se lamenta la falta de liderazgo tanto de republicanos como demócratas a nivel federal y pidió una acción inmediata sobre la reforma migratoria para que "podamos encontrar el camino a seguir para que los derechos y la dignidad de los seres humanos, incluyendo a los indocumentados, así como la integridad de nuestras fronteras sean salvaguardadas y protegidas".
Por Omar Árcega