¡El Señor es nuestro socorro! Cada viernes de Cuaresma nos prepara para el Viernes Santo que se acerca. Mientras meditamos en los textos bíblicos de este día, contemplemos la libertad de Jesús que avanza con resolución y no “ingenuamente”. Él conoce las oposiciones contra su persona. Quiere moverse libremente, para celebrar la Pascua con su familia. Luego pasa por alto los obstáculos que podrían impedirlo. “Cuando sus hermanos subieron a Jerusalén para la fiesta (de las Tiendas), Él también subió allí, no para hacerse ver, sino en secreto”. ( Juan 7,2 ...) Es esta libertad espiritual la que debemos tratar de adquirir al vivir este período tal como es. Depende de nosotros darle significado. El viernes de Cuaresma suele estar marcado por la búsqueda de un estallido de libertad interior. La abstinencia, la comida frugal me permite volver a lo básico. Quizás debido al confinamiento, no puedo encontrar la calma necesaria para la oración: esto es lo que le ofrezco a Dios hoy. Durante este día, puedo “tomarme el tiempo” para meditar en el camino de la cruz de Jesús como el de los enfermos y todos los que los ayudan. El salmo del día nos trae esperanza: “El Señor escucha a los que lo llaman: de todas sus angustias, Él los libera”. (Salmo 33) Seamos lo suficientemente libres para entregarnos. Canónigo Denis METZINGER - 27 de marzo de 2020.
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Mar 27, 2020 16:43