KINSHASA, 19 julio (ZENIT.org).- La Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de la República Democrática del Congo (CENC) cuenta con nuevos dirigentes: el presidente será a partir de ahora el cardenal Frederic Etsou-Nzabi-Bamungwabi, arzobispo de Kinshasa, mientras que el vicepresidente será monseñor Emmanuel Kataliko, arzobispo de Bukavu.
La elección es sumamente significativa, pues este último está desterrado de su diócesis desde el 12 de febrero pasado. Actualmente está confinado en Butembo, al norte de Kivu, y ni siquiera pudo participar en la asamblea plenaria de los obispos. Las autoridades de la coalición democrática congoleña, que controlan la provincia de su diócesis, le impiden regresar a su sede episcopal.
La elección de monseñor Kataliko como vicepresidente constituye sin duda una manifestación de «aprecio» y un «gesto de solidaridad» por parte de la Iglesia congoleña, según ha comentado el nuncio apostólico Francisco Javier Lozano, a la agencia misionera MISNA. En meses pasados Juan Pablo II invocó el regreso del prelado a Bukavu, pero los señores de la guerra de este país, zarandeado por la violencia, no han querido escuchar sus palabras.
