SAN SALVADOR, 5 mar 2001 (ZENIT.org).- La Iglesia católica en El Salvador ha mostrado su satisfacción por el anuncio del presidente norteamericano George W. Bush, de dar una amnistía para miles de inmigrantes salvadoreños mientras el país se recupera de dos devastadores terremotos.
Bush prometió además el viernes, durante una reunión con el mandatario salvadoreño Francisco Flores en Washington, más de 100 millones de dólares para reconstruir este país centroamericano.
«Son buenas noticias y de las esperanzas que tenemos como país ante el desafío terrible de la reconstrucción», dijo ayer en una rueda de prensa el obispo auxiliar de la capital, monseñor Gregorio Rosa Chávez, quien es también presidente de Cáritas en América Latina.
«Me alegran los logros del presidente Flores, el haber conseguido una amnistía por un tiempo a los compatriotas indocumentados y luego la ayuda económica», reconoció el prelado.
Bush prometió que los salvadoreños indocumentados en Estados Unidos se quedarán 18 meses más, mientras El Salvador se recupera de los terremotos de 7,6 grados de magnitud del 13 de enero y el segundo de 6,6 grados de magnitud del 13 de febrero pasado.
El dinero enviado por los salvadoreños que residen en Estados Unidos tienen una importancia decisiva para la economía del país y representa la tercera fuente de divisas.
Según el Banco Central de Reserva, las remesas de salvadoreños que residen en Estados Unidos, registraron nuevamente en el 2000 una cifra sin precedente al totalizar 1.600 millones de dólares, superando así los 1.373,8 millones acumulados en 1999.
El terremoto de enero en El Salvador causó 844 muertos y millares de damnificados, mientras que el segundo siniestro ha dejado más de 400 muertos y destruyó zonas agrícolas del centro y oriente del país.