La iniciativa, propuesta por la Congregación vaticana para las Iglesias Orientales y la Custodia Franciscana de Tierra Santa, apunta a recordar que es necesario conservar los santuarios de Tierra Santa, «fuente de alegría para todos los peregrinos que los visitan y esperanza para los cristianos locales que les dan vida».

Tras destacar la «escasa presencia de cristianos en la cuna del cristianismo» --actualmente quedan 175.000 entre cinco millones de judíos y tres millones de musulmanes--, los organizadores de la colecta reiteran en un mensaje enviado con este motivo que «la Tierra Santa necesita del apoyo de los fieles para mantener dignamente los santuarios evangélicos, acoger a los peregrinos de todo el mundo y sostener a la comunidad cristiana con las obras pastorales, asistenciales, educativas y sociales que la permitan subsistir y ser fermento de esperanza y reconciliación entre los pueblos».