BOGOTÁ, 8 abr 2001 (ZENIT.org).- El Domingo de Ramos ha concluido en Arauca el «Viacrucis por la Vida, la Justicia y la Paz» en Colombia, organizado por sexto año consecutivo por el el Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana, junto a diversas instituciones comprometidas en la paz y defensa de los derechos humanos.
Desde el 27 de marzo, esta caravana de fe y paz atravesó los departamentos de Boyacá, Casanare y Arauca, en la zona central y nordeste de Colombia.
Miembros de las asociaciones organizadoras formaron una pequeña caravana de vehículos que acompañó la Cruz a lo largo del recorrido y animó el Viacrucis. En cada una de las estaciones y poblaciones por las que ha peregrinado la cruz metálica con aspecto de hombre, los habitantes han combinado el fervor religioso con muestras de su folclore y cultura. El eslogan de este año ha sido «El diálogo, único camino para resolver los problemas sociales».
Por su parte, el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo de Bogotá, ha pedido a los grupos armados una tregua con motivo de la Semana Santa, a prorrogarse indefinidamente.
El purpurado ha hecho un llamamiento a los principales grupos guerrilleros y paramilitares del país –Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Ejército de Liberación Nacional (ELN), Ejército Popular de Liberación (EPL ) y las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia. (AUC)–, explicando que una tregua «restituiría al país serenidad, tranquilidad y el respeto de la vida que se han perdido».
El arzobispo espera, además, que la tregua no se limite solamente a la Semana Santa, sino que sea para siempre, «porque los colombianos no pueden continuar matándose entre sí». Es necesario más bien «recurrir a la inteligencia, a la capacidad y voluntad de los ciudadanos de Colombia para ver cómo reconstruir este país».
El representante eclesial hizo su propuesta mientras se encontraban los representantes de la Comisión para el proceso de paz con las FARC con los delegados del Gobierno y los negociadores rebeldes.
Fuentes militares informaron ayer que once personas han muerto en enfrentamientos entre guerrilleros colombianos del Ejército de Liberación Nacional y grupos paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia en los combates que los dos bandos libraron durante los últimos días en una zona rural del sur de la provincia colombiana de Bolívar (situada norte del país).