El purpurado porteño celebró en el nosocomio la misa de la «Cena del Señor» junto a pacientes, enfermeras, médicos, voluntarios y familiares. Tras la homilía, repitió la ceremonia de lavado de pies de doce infectados por el virus del HIV y les expresó su cercanía y acompañamiento.

Después, tras la liturgia eucarística, llevó la comunión a los internados que no pudieron participar de la misa e impartió la unción de los enfermos.