ROMA, 12 abril 2001 (ZENIT.org).- Diez diócesis italianas han consagrado hoy en la solemne misa crismal aceite producido en tierras expropiadas por la mafia.
Tras la adhesión a la idea del cardenal de Turín, Severino Poletto, otras diócesis se han sumado a la iniciativa del padre Luigi Ciotti, presidente de la asociación «Libera», que reagrupa a más de 700 organizaciones comprometidas en la lucha contra la mafia.
Las olivas que han hecho este aceite han madurado en tierras sicilianas en las que hasta hace poco imperaban leyes no escritas por el «capo» de la mafia, Bernardo Provenzano, y su «lugarteniente», Matteo Messina Denaro.
Las tierras expropiadas, por una ley de la región siciliana, se han entregado a asociaciones que trabajan por la rehabilitación de jóvenes en situación de peligro social, en ocasiones tras años esclavizados por la droga o la misma mafia.
La asociación «Libera» ha creado una pequeña cooperativa agrícola y ha comercializado ya las primeras diez mil botellas de aceite, con una etiqueta que es signo de redención: «De las tierras sicilianas recuperadas para cumplir la ley del Estado».
Pero el sentido eclesial de la iniciativa va mucho más allá: «Este aceite, transformado en sacramento, creo que es el signo más evidente de que Dios sabe hacer nacer su gracia también donde el hombre es débil y se ha alejado de su amor», explica el padre Ciotti.
«Significa transformar la ilegalidad en itinerarios de justicia para abrir esta última a la justicia superior que el Evangelio que es capaz de redimir», añade.
Las diócesis que han hecho suya esta novedosa idea han sido además de Turín, Palermo, Catania, Trapani, Mazara del Vallo, Acireale. Luego, se han sumado Potenza, Pisa, Massa Marittima y Vigevano.
«La adhesión de muchas diócesis a nuestra iniciativa es testimonio de que la Iglesia entera comparte la lucha contra la mafia y que Sicilia no es sólo tierra de jefes mafiosos sino también de héroes y de mártires», subraya el padre Salvatore Lo Bue, fundador de la «Casa de los jóvenes», la pequeña hacienda agrícola que comercializa el aceite.
Un mensaje fuerte, según el sacerdote Lo Bue, incluso para los mismos mafiosos: «Los brazos de la Iglesia siguen estando abiertos a todos aquellos que quieren sinceramente arrepentirse, y así los bienes materiales pueden convertirse en instrumento de promoción social y de crecimiento espiritual», como en el caso del aceite con el que se administran los sacramentos del bautismo, confirmación, orden sacerdotal y unción de los enfermos.
Hasta ahora los bienes da la mafia entregados a diversas asociaciones de integración social por una ley –para cuya aprobación la asociación «Libera» recogió un millón de firmas– son más de 107 millones de dólares, principalmente en Sicilia pero también en el norte de Italia: Véneto y Piamonte.
Una de las víctimas de estas «familias» mafiosas, en Palermo, fue el padre Giuseppe Puglisi, de cuya figura se está ocupando una serie de ficción de la televisión pública italiana RAI, inspirada en su actividad de recuperación de jóvenes en el barrio de Brancaccio de la capital siciliana. El próximo 6 de mayo, se anunciará públicamente la clausura positiva de la fase diocesana del proceso de beatificación.