CIUDAD DEL VATICANO, 29 abril 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo II pasará por novena vez sus vacaciones de este año en el Valle de Aosta, del 9 al 20 de julio.
El Papa ha aceptado por tercer año consecutivo la invitación de la diócesis de Aosta de pasar sus vacaciones en Les Combres, Introd, en el corazón de las montañas más elevadas de Europa. La confirmación de la Santa Sede llegó hace unos días.
«No tenemos que acostumbrarnos. El que el Papa vaya de visita a un lugar es una gracia. Creo que tenemos que tener siempre el entusiasmo de la primera vez, a pesar de la reserva que caracteriza a los habitantes del lugar y que el Papa aprecia», ha explicado en declaraciones al diario Avvenire, monseñor Giuseppe Anfossi, obispo de la diócesis de Aosta desde 1995.
El año pasado, el Papa se alojó en un chalet construido a toda velocidad por los salesianos de Les Combes, dotado de ascensor. Piedra y madera son los materiales con los que ha sido construido en una zona verde y silenciosa.
Juan Pablo II aprovechará esos días para realizar excursiones a la montaña, conversar con viejos amigos, rezar y meditar en la contemplación de las bellezas naturales y preparar algún documento o intervención que considera particularmente importante.
La estancia del Papa, al igual que en años precedentes, tiene un carácter estrictamente privado, a excepción de la recitación de la oración mariana del «Angelus», el domingo (15 de julio) a mediodía, que es siempre una oportunidad para encontrarse con la población local y los veraneantes.