En Italia, el aborto durante los tres primeros meses de embarazo es legal desde 1978, en virtud de la Ley 194.
La proposición, presentada por siete senadores de la CDU, establece la entrega de una ayuda de unos 500 euros (unos 423 dólares) mensuales durante un año para las mujeres que renuncien a abortar.
«No queremos tocar la libertad de la mujer, pero queremos ayudarla a asumir la responsabilidad de convertirse en madre», explicó el secretario nacional de la CDU y recién nombrado ministro de Políticas Europeas, Rocco Buttiglione.