ROMA, 17 junio 2001 (ZENIT.org).- El nuevo ministro de Sanidad italiano, tras el cambio político de las recientes elecciones de 13 de mayo que dieron la victoria al centro derecha de Silvio Berlusconi, ha declarado, ante el Parlamento, que potenciará los artículos de la ley 194 (que legaliza el aborto bajo ciertas condiciones) orientados a proteger la maternidad.

Se trata de ofrecer una ayuda a todas las madres y no sólo a aquellas que quieren evitar el aborto, aclaró. Una medida ya vigente en Alemania.

El ministro de Sanidad, Girolamo Sirchia --reconocida autoridad en el campo de los transplantes antes de llegar a este Departamento-- afirmó, ante las miradas escépticas de la izquierda parlamentaria, que no le gusta la equivalencia automática «194 igual a ley del aborto».

«Se trata ---declaró-- de devolver a la 194 su sentido original porque esta ley, aunque legaliza el aborto, presta también atención a la maternidad».

Giorlamo Sirchia, que ha sido concejal de Servicios Sociales en Milán, afirma que «este es el sentido verdadero de la ley, previsto por el artículo 5 de la Constitución, y hay que remozarlo. Allí donde haya una mujer en dificultad, hay que afrontar el problema, ayudando a esta mujer misma a superarlo».

El ministro ha recordado que el filósofo cristiano, Rocco Butiglione, líder del Centro Unido Democrático (CDU), uno de los partidos de la coalición de la Casa de las Libertad que ha ganado las elecciones, ya había propuesto esta iniciativa y que se ha aplicado «con una deliberación de la junta de Milán».

«Yo mismo la aplique hace un año y medio», recuerda el ministro Sirchia.

«Desde hace casi dos años en Milán --confirma el concejal milanés de Fuerza Italia, partido de Berlusconi, Maurizio Lupi-- se concede una ayuda económica a las madres en dificultad. Y los resultados son apreciables: 53 madres han solicitado la ayuda y obtenido un bono mensual de un millón de liras (algo menos de quinientos dólares) durante tres años».

Rocco Butiglione, convertido ahora en ministro responsable de las políticas de la Unión Europea en Italia, ha subrayado que no se trata de una proposición de ley para abolir la 194, pues no sólo habría que ir contra el resultado del anterior referéndum, sino que además, en el nuevo gobierno, hay corrientes favorables al aborto.

«Pero el camino no puede ser sino el indicado en Alemania, por Friedrich Merz, jefe de la democracia cristiana alemana».

Y lo explica: «La propuesta se dirige a todas las madres, no sólo a las que piden ayuda para evitar el aborto y no tienen posibilidades económicas. Ciertamente tenemos todavía que hacer cuentas y es posible que la ayuda no pueda ser de 1,2 millones de liras (550 dólares) al mes y quizá no por tres años».

¿Cuánto costaría al país? «Si todas las mujeres recurrieran a esta medida, le costaría al Estado 1.500.000 millones de liras (680 millones de dólares), nacerían 125.000 niños más, pero lamentablemente no todas las mujeres lo harán», ha dicho Butiglione al nuevo Parlamento.