El texto ha sido difundido con ocasión de la Jornada de Unidad y Reconciliación del pueblo coreano, que se celebrará el 24 de junio, a un año de distancia del encuentro histórico celebrado en Pyongyang entre los presidentes de las dos Coreas.
El mensaje pide al gobierno de Pyongyang que conceda a la población la libertad de culto e invita a los católicos coreanos a participar activamente en las actividades de asistencia a la población de Corea del Norte.