CASTEL GANDOLFO, 2 agosto 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo II expresó este jueves a Yasser Arafat la «necesidad absoluta» de acabar con todo tipo de violencia como condición indispensable para alcanzar la paz en Oriente Medio.
En la audiencia de 25 minutos que concedió al líder de la Autoridad Palestina, que está a punto de cumplir los 72 años, en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, el Papa, como confirma un comunicado de prensa emanado por la Sala de Prensa del Vaticano, no hizo distinciones al condenar los ataques que desde hace casi un año ensangrientan Israel y los territorios de la Autoridad Palestina.
«Su Santidad, al expresar su dolor por tantas víctimas hasta ahora causadas por los repetidos enfrentamientos –explica el subdirector de la Sala de Prensa de la Santa Sede, el padre Ciro Benedettini–, reafirmó con firmeza la necesidad absoluta de que se ponga punto final a cualquier tipo de violencia, ya sea fruto de ataques o de represalias».
Al mismo tiempo, como explica el mismo texto, el pontífice ha pedido que «se entable la deseada negociación, único medio capaz de dar, con la ayuda de la comunidad internacional, la esperanza de alcanzar la paz».
Arafat llegó a Castel Gandolfo poco después de mediodía en un convoy de cuatro automóviles oscuros. Fue recibido en el patio de la residencia veraniega de los Papas por el prefecto de la Casa Pontificia, el monseñor estadounidense James Harvey.
El padre Benedittini, en declaraciones a «Radio Vaticano», ha revelado que el encuentro entre los dos líderes «ha sido muy cordial». De hecho es la décima vez que el Santo Padre se encuentra con Arafat en una sede del Vaticano y se han visto en otras ocasiones en otros lugares. La última fue el 22 de marzo pasado, cuando el pontífice visitó Belén, en el marco de su peregrinación por los santos lugares. La audiencia de este jueves tenía un carácter privado.
«El mismo Arafat ha dicho en su visita a Roma que siente una gran estima y espera una gran ayuda de parte del Santo Padre para el proceso de paz en Oriente Medio», recuerda el padre Benedittini al explicar el ambiente en que tuvo lugar la audiencia.
En febrero del año 2000 la Santa Sede firmó con la Autoridad Palestina un importante acuerdo de base que oficializó la presencia de la Iglesia en los Territorios Autónomos Palestinos y registró la petición vaticana de la creación de un estatuto internacionalmente garantizado para garantizar la libertad religiosa en los lugares santos de Jerusalén.
La visita de Arafat al Santo Padre ha tenido lugar en momentos de alta tensión, dos días después del asesinato de ocho palestinos, incluidos dos niños, por parte de Israel en un ataque misilístico en la ciudad de Nablus, en lo que el gobierno israelí definió un acto de defensa.
Con la muerte de un joven palestino de 23 años, este jueves, cerca de Nablus, son ya 687 los asesinados desde el comienzo de la Intifada, el pasado 28 de septiembre, entre ellos 540 palestinos y 128 israelíes.