Tras el estallido de la crisis económica, miles de argentinos descendientes de familias italianas están emprendiendo en los consulados italianos los trámites que les permitirían poder viajar e instalarse en el país europeo.

La petición aparece en primer plano en la edición de este viernes del diario de los católicos italianos Avvenire.

Los argentinos que no tienen pasaporte italiano pueden entrar en el país con un permiso turístico de tres meses. En algunas provincias, particularmente en el norte, pueden encontrar fácilmente trabajo. Pero, como explica Patrizio De Martin, miembro entre otras de la organización católica «Migrantes», sin el pasaporte se verán obligados a regresar a Argentina o a quedarse en la clandestinidad.

En Argentina, según el registro consular (octubre 2000) ha 570.055. Algunos tienen doble ciudadanía. Sin embargo, son muchos más los que por su origen italiano podrían pedir el pasaporte italiano.