CIUDAD DEL VATICANO, 5 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo II condenó este miércoles con duras palabras la violencia que tiene lugar en Oriente Medio y pidió a la comunidad internacional que ayude a israelíes y palestinos a reanudar las negociaciones.
«Siento la necesidad de expresar mi más sentido pésame por las nuevas víctimas de la absurda violencia que sigue ensangrentado la región de Oriente Medio», dijo el pontífice antes de despedirse de los 10 mil peregrinos de todo el mundo presentes en la audiencia general.
«Una vez más repito con ánimo afligido que la violencia nunca resuelve los conflictos –añadió–, sino que por el contrario aumenta sus dramáticas consecuencias».
A continuación, el obispo de Roma lanzó «un nuevo y apremiante llamamiento a la comunidad internacional para que con determinación y valentía cada vez mayores ayude a israelíes y palestinos a romper este inútil torbellino de muerte».
Y alzando la voz, concluyó: «que se reanuden inmediatamente las negociaciones para que se pueda llegar finalmente a la paz tan deseada».